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Washington. Uno de los casos que más llamó la atención durante la presentación del informe sobre las torturas de la CIA, elaborado por el Senado de Estados Unidos y difundido el martes, fue el caso de Abu Zubaydah, quien estuvo 300 horas confinado en un ataúd, según el diario “The Washington Post”.
Con el paso de los días se saben más detalles sobre la tortura que el hombre vinculado con Al Qaeda sufrió a manos de agentes de la CIA. Abu Zubaydah es considerado el conejillo de indias, pues con él se inició el programa de métodos crueles de interrogatorios a sospechosos de terrorismo.
En marzo del 2002, seis meses después del atentado contra las Torres Gemelas, Zubaydah fue detenido en Pakistán. Poco tiempo después lo trasladaron a Tailandia.
Una vez en Tailandia y tendido en una cama, Zubaydah le dijo a los agentes del FBI todo lo que sabía sobre Khalid Sheik Mohammed, autor intelectual del atentado contra las Torres Gemelas.
Pero luego de eso comenzó su tormento.
La CIA apareció en escena poco después de las declaraciones de Zubaydah al FBI. Desde el inicio, los agentes estuvieron acompañados por un psicólogo. Para la CIA, “debía permanecer incomunicado el resto de su vida” para que así pudieran evitar que fuera entregado a otro país.
Según una publicación de la revista Vanity Fair en el 2007, “el psicólogo buscaba que Zubaydah revelara lo que sabía golpeando su personalidad y asustándolo hasta el borde de la muerte”.
Para lograr este objetivo, los interrogatorios contaron con un ataúd. Abu Zubaydah fue confinado al interior de este por 300 horas (13 días). Además, en solo 17 días fue sometido al simulacro de ahogamiento en 83 oportunidades. También fue privado del sueño durante 180 horas seguidas (casi 8 días). Estuvo 47 días bajo el Sol para que se insolara.
También estuvo 29 horas en una caja de confinamiento de 53 centímetros de ancho por 76 centímetros de profundidad y 76 centímetros de altura.
Cuando no le colocaban un pañal, tenía a la mano una cubeta para hacer sus necesidades.
Torturas de la CIA: Abu Zubaydah fue el conejillo de indias. Esta es su terrible historia http://t.co/QTpSNbRzOS pic.twitter.com/WkWuumKaYl— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) diciembre 10, 2014
Los oficiales de seguridad que lo interrogaban y lo custodiaban vestían uniformes negros, incluyendo botas, guantes, pasamontañas y gafas para impedir que Abu Zubaydah los identificara.
Contrario a lo que los agentes creían, y pese a que Abu Zubaydah alcanzaba los límites del dolor, no obtuvieron datos relevantes en sus confesiones.
A pesar del fracaso en los métodos, todo el procedimiento fue anotado por dos psicólogos de la agencia de inteligencia norteamericana. Ambos médicos fueron identificados como Jim Mitchell y Bruce Jensen. Estos psicólogos ganaban US$1.800 por día. Hoy se sabe que llegaron a acumular un total de US$81 millones en contratos.
Los procedimientos estuvieron basados en un estudio realizado en 1967 en la Universidad de Pensilvania. La investigación había sido aplicada en perros buscando una cura para la depresión en los humanos.
En la prueba original, los animales eran sometidos a choques eléctricos y habilitaban un “área de salvación” (donde no recibían descargas), llegaba un momento en el que perdían todo tipo de esperanza pues sabían que el dolor continuaría.
Abu Zubaydah atravezó por el mismo sufrimiento. Fue sobreexpuesto a música rock a todo volumen. Luego de estar sometido por unas semanas a este método, el prisionero se convirtió en un ser “obediente”, asegura el informe del Senado.
“Cuando el interrogador levantaba la ceja, Zubaydah caminaba lentamente a la mesa y se sentaba frente a ella”, señala el informe. “Cuando el interrogador chasqueaba los dedos dos veces, Zubaydah se acostaba para ser sometido al ahogo simulado”, añade.
Zubaydah había sido entrenado como uno de los perros en el experimento del 67.
En un discurso en el 2006, George W. Bush afirmó que el detenido era “un alto jefe terrorista y allegado de Osama Bin Laden”. José Rodríguez, el funcionario de la CIA que supervisaba el interrogatorio desde la sede de la agencia en Virginia, dijo que Zubaydah “empezó a cooperar a los tres meses” y dio informaciones “que nos permitieron capturar a muchos altos jefes de Al Qaeda”.
Sin embargo, el informe del Senado dijo que nada de eso era cierto, que Zubaydah era un personaje menor en la jerarquía de Al Qaeda y que no dio informaciones sustanciales sobre confabulaciones ni estructura.
Toda la información que finalmente la CIA obtuvo de Abu Zubaydah ya se lo había dicho al FBI antes de ser torturado.
Abu Zubaydah actualmente está preso en Guantánamo. No se han presentado cargos en su contra.