Los inmigrantes de Gambia, Senegal o de Malí gastaron todos sus ahorros para llegar a Europa desde Libia. Pese que su proyecto naufragó con el hundimiento del precario barco en el que viajaban, tras haberse salvado de la muerte que golpeó a muchos de sus compañeros de viaje, siguen soñando con Europa.Desde marzo, con la llegada del buen tiempo al Mediterráneo, miles de personas emprendieron la travesía para llegar por mar a Italia, a bordo de vetustas embarcaciones prestadas por los traficantes, que aprovechan el caos en Libia para organizar los viajes. Cada año miles de inmigrantes mueren ahogados en las precarias embarcaciones que a menudo se quedan sin motor o comienzan a inundarse. Algunos, logran ser salvados a tiempo. Suleiman, un maliense de 38 años, forma parte de los cientos de inmigrantes rescatados en las últimas semanas en Zarzis, un puerto del sudeste de Túnez. “Me habían dicho que era fácil llegar a Europa desde Libia. Me tomó dos meses llegar a Zuara (el puerto libio ubicado a 60 km de la frontera con Túnez) y pagué todo lo que tenía: 4.000 dinares libios (2.770 euros)”, cuenta Soleiman.Desde un puesto de la Cruz Roja en Zarzis, recuerda que tras un par de horas en el mar, la embarcación comenzó a llenarse de agua debido a la cantidad de gente a bordo. “Felizmente los marinos tunecinos nos rescataron”, señala Soleiman.- “Un martirio” -Cissé, un marfileño que rescatado hace cinco meses, cuenta que vivió una historia similar. “Era un martirio (...) eramos muy numerosos, 84 en total. Había sobre todo nigerianos. La gente se empujaba. La lancha comenzó a inundarse y los marinos avisaron a los guardacostas. 76 personas fueron rescatadas, dos cayeron al mar y las seis restantes reiniciaron la marcha y partieron a gran velocidad y lograron llegar sanos y salvos a Lampedusa (en Italia)”, recuerda Cissé. Para no pagar el precio del viaje, afirma que llevó varios clientes a los traficantes. Cissé señala que cuando la barca pasa cerca de Ben Guerdane o de Zarzis, en Túnez, los tratantes fingen una pana para ser rescatados. “Después se escapan del centro de alojamiento y vuelven a Libia para hacer otro viaje. Así, hacen una fortuna”, asegura. Cissé cuenta que los fracasos no desincentivan a los más determinados. “Cuatro de los inmigrantes salvados el 19 de marzo lograron escaparse de Zarzis y volvieron a Zouara, pero su aventura volvió a fracasar el 13 de abril” cuando la embarcación con 178 inmigrantes fue rescatada por las autoridades tunecinas. - “Hasta la próxima” -Pese a los infortunios, los robos y los riesgos, muchos de los migrantes afirman que tampoco tienen nada que perder, aunque se arriesguen a sufrir la misma suerte que las 400 personas reportadas como desaparecidas tras un naufragio el domingo. Para juntar dinero para volver a intentarlo, los inmigrantes trabajan en lo que encuentran. “Vienen a buscarlos hacia las 05H00 de la mañana” para trabajar de obreros, de pintores o de jardineros, explica Mohamed Trabelsi de la Cruz Roja.Abdoulay asegura que no se quedará en Túnez y que no volverá a Gambia, aunque perdió todos sus ahorros en una travesía fallida. “Estoy desempleado y no tengo ninguna especialidad. Mi objetivo sigue siendo el mismo: vivir en Europa”, dijo el joven. “Así que hasta la próxima”, bromea.
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