Berlín. Los atentados terroristas que se cobraron la vida de 17 personas la semana pasada en París son parte de una nueva cultura de violencia narcisista y no surgen del fundamentalismo islámico, afirmó el sociólogo francés Olivier Roy en una entrevista difundida hoy por el diario alemán “Der Spiegel”.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Para Roy, uno de los más renombrados expertos europeos en islam, la yihad es “ante todo la única cosa que abarca a todo el mundo, el último motivo global por el que luchar”.
“El comunismo ha desaparecido al igual que la extrema izquierda. La RAF (alemana Fracción del Ejército Rojo) fue el primer grupo que globalizó la violencia, que un día luchaba por Palestina y al otro contra un director de banco. La yihad es hoy lo que el Che Guevara, la RAF o la revolución mundial fueron en los años 60 ó 70”, explicó.
Para Roy, la yihad es una especie de cultura pop. “Soy yihadista, ergo soy un héroe (...) ¿Qué otra cosa puede movilizar a la juventud? Están el movimiento Occupy y el ecologista, pero los jóvenes de los suburbios no se pueden conectar con todo esto, es muy teórico”, razonó el autor de libros como “La santa ignorancia” o “La Mundialización del islam”.
“Los islamistas, por el contrario, les ofrecen algo muy concreto: si quieres viajar, si quieres ser guerrero, si quieres combatir a los malos en vehículos todoterreno, ¡entonces ven a Siria! Tendrás mujeres, tendrás dinero, serás el rey del mundo. Un poco como la legión extranjera”.
El #EstadoIslámico planearía lanzar un canal de televisión ► http://t.co/6fDqPSZWCs pic.twitter.com/Gz61Ytmavm— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) enero 17, 2015
Roy señaló que los jóvenes que se radicalizan no provienen exclusivamente de sectores marginados de la sociedad, sino que también gente de clase media se suma al terrorismo.
UNA DESVIACIÓN CULTURAL
“Estamos frente a una cultura de la violencia moderna con características narcisistas. Hoy hay que ser famoso, hay que ser conocido y temido por todos (...) Todos quieren que los maten. Pero que su muerte sea puesta lo mejor posible en escena, por eso se escriben comentarios en facebook, se sube un video de reivindicación, se filman prácticas de tiro”.
Roy sostuvo que este fenómeno no es nuevo y mencionó la similitud con las decapitaciones por parte de los cárteles del narcotráfico en México.
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“Es el mismo escenario que con (el asesinado primer ministro italiano) Aldo Moro y las Brigadas Rojas. O las decapitaciones del Estado Islámico, estas ejecuciones que se conocen de los cárteles de droga mexicanos, todo tiene la misma óptica. La víctima está arrodillada, alguien le corta la cabeza sin perturbarse, todos hablan al mismo tiempo, ríen, juegan al fútbol con la cabeza. Y los cárteles mexicanos del narcotráfico de seguro no tienen nada que ver con el islam”.
El sociólogo explicó que la yihad es atractiva especialmente para jóvenes que sufren de falta de reconocimiento. “Hay que escuchar a los convertidos que partieron de a cientos hacia Siria cuando esgrimen las razones por las que se radicalizaron. Todos dicen lo mismo: que su vida era vacía y que siempre se rieron de ellos”.
Al mismo tiempo negó que sea un problema exclusivo de la religión islámica. “Naturalmente que hay lazos con el islam. Pero aquí se está islamizando una imagen del islam, se está contruyendo en torno a la violencia un islam político inventado”.
Fuente: DPA