Un tribunal chino condenó hoy a cuatro años de prisión a Xu Zhiyong, fundador del movimiento Nuevo Ciudadano, que pide transparencia al Gobierno, por alterar el orden público, un duro golpe a la disidencia que evidencia el doble rasero de Beijing con la corrupción.
La condena fue anunciada por el Tribunal Intermedio número 1 de Beijing en su cuenta oficial en Internet, mientras a sus puertas esperaban periodistas y diplomáticos, entre un fuerte despliegue de seguridad que se extendía a las calles colindantes.
“Esto destruye lo que le quedaba de dignidad al sistema legal chino”, dijo Xu al oír las conclusiones de los jueces, según explicó a la salida su abogado Zhang Qingfang, quien fue rápidamente introducido en un furgón policial tras criticar ante los medios que el proceso había sido “injusto”.
El juicio a Xu, abogado de profesión y catedrático en la Universidad de Telecomunicaciones de Beijing, se celebró el miércoles a puerta cerrada -a pesar de que se había anunciado como público- y no pudieron comparecer los testigos de la defensa de Xu.
Por esa y otras irregularidades, como no permitir la entrada de diplomáticos a la audiencia, Xu decidió mantenerse en silencio durante las seis horas de la vista, a cuyo inicio intentó leer una declaración, pero el tribunal se lo impidió.
Según pudo constatar Efe, a las puertas del tribunal se vivieron momentos de tensión entre policías o agentes vestidos de civil y reporteros, quienes fueron hostigados para que evacuaran la zona a pesar de encontrarse en una zona pública.
La actuación policial y la pesada condena evidencian la sensibilidad del asunto para el Gobierno, que desde marzo ha detenido a una veintena de miembros o simpatizantes de Nuevo Ciudadano, que pide a los líderes que publiquen sus declaraciones de bienes para luchar contra la corrupción.
Xu es considerado por muchos como un activista moderado pues siempre ha defendido “construir, no derrocar” el régimen.
“El hecho de que Xu, conocido por ser moderado, sea encarcelado evidencia la poca tolerancia de los líderes con la disidencia o cualquier acto que perciban como una amenaza al poder”, manifestó a Efe Maya Wang, investigadora de Human Rights Watch (HRW) en China.
Doctorado por una de las universidades más prestigiosas de Beijing, Xu fue arrestado formalmente en julio del 2013 después de meses de detención domiciliaria ilegal.