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Seúl (DPA)
Seis meses después del hundimiento del ferry surcoreano “Sewol”, que dejó en torno a 300 muertos, la Fiscalía pidió la pena de muerte para el capitán que comandaba el barco en el momento del accidente, informó la agencia Yonhap.
Lee Joon-seok, de 69 años, es acusado de homicidio doloso, al igual que otros tres miembros de la tripulación para los que la Fiscalía exige cadena perpetua. Los cuatro habrían abandonado antes de tiempo el barco que se estaba hundiendo, dejando así a su suerte a muchos viajeros.
Precisamente el capitán y su tripulación fueron los primeros en ponerse a salvo. Durante el proceso el capitán se disculpó por ello y alegó que nunca pudo imaginarse que su comportamiento llevaría a la muerte de tanta gente.
“Como responsables del ferry, el capitán no cumplió su obligación de no abandonar el barco hasta que lo hicieran el resto de pasajeros”, dijo uno de los fiscales.
Otros 11 tripulantes están acusados de negligencia, entre otros cargos, en el proceso que se lleva a cabo en Kwuangju desde junio y para ellos se piden penas de cárcel de entre 15 y 30 años.
Se espera que la sentencia se dé a conocer el próximo mes. En Corea del Sur la pena de muerte no se ejecutaba desde 1997.
EL DESASTRE DEL FERRY
En el “Sewol” viajaban 476 personas cuando se hundió el 16 de abril. Sólo 174 de ellos sobrevivieron y diez personas siguen desaparecidas. La mayoría de las víctimas eran alumnos de una escuela secundaria que estaban de excursión.
En un proceso separado también están siendo juzgados cuatro gerentes de la compañía Chonghaejin Marine. Al parecer la empresa sobrecargaba los barcos de manera habitual para sacar más ganancias. La catástrofe desató un debate sobre los estándares de seguridad en el país.
Los investigadores creen que la carga del barco se deslizó hacia un lado y provocó que el barco volcara. Además, tras una reforma llevada a cabo en el ferry, la carga de automóviles y de personas no era lo suficientemente estable.