Los pescadores filipinos de las islas del mar de la China Meridional aseguran que pescadores furtivos chinos llegan en sus embarcaciones a estos remotos islotes para destruir los arrecifes de coral.
El corresponsal de la BBC en China, Rupert Wingfield-Hayes, viajó hasta esta disputada región del mundo para verificar estas acusaciones.
Lo que vio lo dejó impávido: lo que hasta hace dos años era un arrecife de coral lleno de vida y colores vibrantes hoy es un desierto.
Una de las razones de esta destrucción es la pesca de almejas gigantes que se venden en el mercado internacional por hasta US$2.000.