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Hong Kong vive días de tensión. La disputa es por la forma en que será elegido el próximo líder de esta región china. Y el movimiento Occupy Central cobra un protagonismo que incomoda a las autoridades centrales en Beijing.
Las elecciones son en el 2017, pero a fines del mes pasado el Gobierno de China emitió una resolución que limita quién puede presentarse como candidato.
Activistas a favor de más democracia en el territorio se han manifestado en la ciudad en las últimas semanas. Y planean ocupar el distrito financiero como protesta.
Este domingo la policía usó gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes prodemocracia fuera de la sede del gobierno.
BBC Mundo explica el movimiento Occupy Central.
¿QUÉ QUIERE OCCUPY CENTRAL?
“Occupy Central with Love and Peace” (Ocupa Central con Paz y Amor), conocido como Occupy Central, es un movimiento de desobediencia civil propuesto por activistas a favor de la democracia en Hong Kong.
Los activistas quieren una reforma política y elecciones democráticas que cumplan normas internacionales.
Planean para esta semana una ocupación no violenta de la zona de negocios del ciudad en respuesta a la decisión del Gobierno Chino contra la realización de elecciones abiertas en el 2017.
El movimiento asegura que puede movilizar a unas 10.000 personas en la primera fase de las manifestaciones.
La campaña toma su nombre del movimiento Occupy Wall Street, que en el 2011 fue lanzado en Estados Unidos para protestar contra la desigualdad social.
HONG KONG ESTÁ BAJO DOMINIO CHINO, ¿PUEDEN LAS PROTESTAS HACER UNA DIFERENCIA?
Incluso los organizadores del movimiento admiten que es muy poco probable que influyan en el Gobierno Central de China.
Sin embargo, las protestas públicas juegan un papel importante en Hong Kong.
Los locales tienen libertad de expresión y derecho a protestar, pero no pueden elegir directamente a su gobierno.
Muchos ven el hecho de salir a las calles como su forma de forzar el cambio.
Algunas manifestaciones han tenido éxito.
Una polémica ley de seguridad nacional conocida como “Artículo 23” fue propuesta en el 2002, pero se retiró después de grandes protestas.
Y el Gobierno dio marcha atrás en las clases de “educación patriótica” tras manifestaciones contra la decisión.
Pero las demandas de Occupy Central son más sensibles.
Exigir plena democracia cambiaría radicalmente cómo se gobierna Hong Kong y Beijing lo vería como un desafío directo a su autoridad.
¿PODRÍA HABER VIOLENCIA?
Los organizadores insisten que la protesta no será violenta.
Con frecuencia se llevan a cabo manifestaciones en Hong Kong y suelen ser pacíficas y estar bien organizadas.
Pero las protestas se han vuelto más combativas con los años al mismo tiempo que la política de Hong Kong se ha polarizado.
En los últimos años se han producido algunos enfrentamientos entre manifestantes prodemocracia y quienes apoyan al gobierno central en Beijing.
Los manifestantes han intentado asaltar edificios gubernamentales.
El sábado la policía logró despejar la sede del gobierno de la ciudad, luego de que manifestantes estudiantiles irrumpieran en el edificio durante la noche del viernes y se negaran a abandonar el lugar.
En julio, 500 personas fueron arrestadas por una reunión ilegal después de organizar una sentada prodemocracia que fue visto como un ensayo para Occupy Central.
La protesta fue no violenta aunque algunas personas sufrieron heridas leves cuando la policía los retiró del lugar.
Algunos críticos temen que los organizadores no sean capaces de controlar a la multitud.
¿QUÉ PIENSA LA GENTE DE HONG KONG?
Hay un gran abanico de opiniones.
Las manifestaciones de uno y otro lado han reunido a miles de persones pero las que son a favor del Gobierno son menos comunes. Y medios locales han dicho que se le ha pagado a alguna gente para que asista.
Hong Kong es una ciudad con visión empresarial y muchos se muestran reacios a participar en las manifestaciones contra el gobierno o a molestar a Beijing por temor a que la economía se vea perjudicada.
Sin embargo, un número significativo de personas quiere más democracia y ha expresado su enojo por la decisión de la China argumentando que no ofrece ninguna posibilidad real de elección.
¿QUÉNES SON LOS ACTORES CLAVE?
Los principales organizadores que apoyan el movimiento son Benny Tai, un profesor de derecho, Chan Kin-man, profesor de sociología y Chu Yiu-ming, un ministro de la iglesia.
Son considerados como figuras moderadas del movimiento a favor de más democracia.
Occupy Central es apoyado por partidos políticos así como grupos de estudiantes.
No siempre ha sido un movimiento unitario.
Sin embargo, la decisión de Beijing parece haber generado la unión de distintas personas, que consideran las restricciones sobre quién puede ser candidato en las elecciones deL 2017 como antidemocráticas e inaceptables.
Los principales actores contrarios a las protestas son las autoridades en Beijing y los funcionarios en Hong Kong.
Las agrupaciones políticas partidarias de Beijing y con un espíritu de fomento de los negocios suelen ser contrarios a Occupy Central, y también se han formado varios grupos opuestos al movimiento.
¿QUÉ LE PREOCUPA A CHINA?
El Partido Comunista de China no quiere que un movimiento pueda ser percibido como un desafío a su autoridad.
El presidente Xi Jinping se ha consolidado en el poder desde que asumió el cargo en 2013 y parece haber adoptado una línea más dura contra la disidencia.
China ha estado preocupado por las crecientes tensiones políticas y el sentimiento antichino en Hong Kong.
Los medios estatales han acusado a “fuerzas externas” de entrometerse en los asuntos de Hong Kong y de fomentar “sentimientos separatistas”.
Se ha especulado sobre si China se involucraría en una ofensiva contra Occupy Central si no está satisfecha con la forma en que lo manejan las autoridades locales.
Sin embargo, se piensa que China vería esto como un último recurso, teniendo en cuenta las posibles repercusiones internacionales y a nivel de negocios.