Nació en medio de la guerra y su vida, desde el comienzo, estuvo marcada por bombardeos. Pero ninguno le tocó tan de cerca como el del 7 de enero pasado, del que sobrevivió de milagro, plasmado en una foto que recorre el mundo. Una imagen que, sin palabras, habla de la esperanza en medio del calvario.
Con tan solo 27 días de vida, Rateb Malis fue el protagonista de esta historia. La bomba que destruyó la casa donde vivía junto a su familia, en Duma, al noreste de Damasco, lo expuso a un peligro extremo, del que salió ileso, junto su hermana, Maria.
Según los opositores, el bombardeo fue uno de los ataques ejecutados por el ejército, casi tres años después del comienzo de la guerra civil en Siria.
La muerte de menores es uno de los peores flagelos del conflicto. Según el Grupo de Investigación de Oxford (ORG), más de 11.000 niños ya perdieron la vida por explosiones o por hambre.