La semana de lanzamiento a la reelección de Donald Trump comenzó llena de controversias. El domingo, el equipo del presidente de Estados Unidos despidió a tres encuestadores tras la publicación de encuestas internas que lo mostraban detrás del precandidato demócrata y ex vicepresidente, Joe Biden.
Trump, de 73 años, tiene programado anunciar formalmente el comienzo de su campaña electoral para un segundo mandato presidencial este martes en Orlando, y las encuestas en cuestión lo muestran con serias desventajas en relación con Biden, quien encabeza los sondeos de intención de voto entre la veintena de aspirantes a la candidatura demócrata.
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Los números de las encuestas internas pintaron una imagen sombría del estado actual de la carrera para Trump. En respuesta a esto, el presidente tuiteó que todas las encuestas que lo muestran detrás de Biden son falsas.
Según CNN, “el presidente ha estado enojado durante días por las encuestas internas que se filtraron a los medios de comunicación la semana pasada que lo mostraban perdiendo ante los demócratas en estados como Michigan y Wisconsin”.
De acuerdo con los medios estadounidenses, las encuestas realizadas por la campaña de Trump muestran que Biden cuenta con un 55% de apoyo en Pensilvania, comparado con un 39% para el presidente.
En Wisconsin, el demócrata tiene un 51% de apoyo comparado con 41% para Trump, quien también aparece siete puntos por detrás de Biden en Florida.
Además, también mostró al presidente por detrás de Biden en otros estados que fueron claves para la campaña de Trump en el 2016 y que le abrieron el camino a la casa blanca. Dichos estados incluyen a Iowa, Carolina del Norte, Ohio y Georgia. Este último ha sido considerado un estado republicano por muchos años.
El director de la campaña de Trump, Brad Parscale, confirmó que las cifras provienen de sondeos de opinión internos, pero dijo que corresponden a información reunida en marzo.
Sin embargo, la filtración de las encuestas no beneficia al presidente, cuya imagen se ve debilitada ante la de los candidatos demócratas. En privado, una fuente cercana a la situación le dijo a CNN que “los despidos tenían menos que ver con la calidad del trabajo de los encuestadores que con calmar al presidente.”
Después de una presidencia atiborrada con controversias, la imagen de Trump es más importante que nunca. La aprobación del presidente se ha mantenido debajo de los 40 puntos porcentuales desde que se mudó a la casa más importante del país, lo cual podría significar un problema para sus aspiraciones a un segundo período.
Debido al camino estrecho que tiene para la reelección, el presidente estadounidense depende de su popularidad en los estados en el medio oeste del país. En un mensaje puesto en su cuenta de Twitter, Trump aconsejó hoy a sus simpatizantes que no crean en encuesta alguna que lo muestre por debajo de los demócratas.
“Solo las Encuestas Falsas nos muestran detrás de la banda variopinta”, afirmó el presidente en referencia a la veintena de aspirantes demócratas. “Aparecemos realmente bien, pero es demasiado temprano como para enfocarnos en eso. ¡Hay mucho que hacer!”, agregó.
En las últimas semanas, Trump ha negado con tono irritado que estuviera recibiendo encuestas que le mostraban como un posible perdedor.
“Esas encuestas no existen”, declaró el presidente la semana pasada a la cadena de televisión ABC News. “Acabo de reunirme con alguien que es un encuestador y yo voy ganando en todas partes, así que no sé de qué están hablando”, aseguró entonces.