McKinney. Una adolescente negra en traje de baño gritó repetidamente, “¡Háblenle a mi mamá!”, mientras un policía la sujetaba contra el piso momentos antes de desenfundar su pistola hacia otros adolescentes negros.
“¡Sobre tu cara!”, gritó el oficial a la niña, entre una muchedumbre de espectadores que gritaban.
Las acciones del oficial levantaron tensiones el lunes en este suburbio de Dallas, en donde activistas de la comunidad lo acusaron de racismo mientras que otros pidieron calma hasta que se investiguen los hechos.
Benét Embry, una personalidad negra de la radio local que fue testigo del incidente, dijo que “no fue otro Ferguson” ni “otro Baltimore”, al referirse a otros encuentros policiales que dejaron a sospechosos muertos. “Ésta fue una fiesta de adolescentes que se salió de control”, sostuvo.
La policía indicó que algunos jóvenes no vivían en la zona y no tenían permiso para estar en la piscina en McKinney, una ciudad predominantemente blanca.
Según los vecinos, dijo Embry, una mujer que vive en la comunidad reservó la piscina para la fiesta. La asociación de propietarios tiene un límite de dos invitados por propietario. Pero alrededor de 130 personas, en su mayoría niños, llegaron.
Aunque no estuvo de acuerdo con la agresividad del oficial, refirió Embry, la respuesta del policía fue correcta.
“Es lo que deben hacer, protegernos”, dijo.
El oficial fue suspendido. En un comunicado, el departamento de policía señaló que el video “levantó sospechas que están siendo investigadas”.
La vocera de la ciudad, Anna Clark, identificó al oficial como David Eric Casebolt, de 41 años, que se unió a la fuerza policial en agosto del 2005. Casebolt tomó ocho horas de entrenamiento en diversidad cultural en el Collin County Community College en febrero del 2009. También tomó cursos en evaluación por perfil racial y uso de fuerza.
“Me tomó, torció mi brazo en mi espalda, me aventó en el pasto y comenzó a jalar mis trenzas”, dijo Dajerria Becton, de 15 años, al canal de televisión KDFW. “Comprendo cómo se sentía, todos rodeándolo”, agregó. “No creo que haya debido desenfundar una pistola frente a niños de 15 años”.
Brandon Brooks, el adolescente que grabó el video, manifestó a KDFW que las tensiones se elevaron cuando una mujer blanca y un adolescente negro en la fiesta tuvieron un altercado.
El alcalde de McKinney, Brian Loughmiller, dijo que los funcionarios de la ciudad planean encontrarse con los líderes comunitarios para discutir el incidente. “Realmente debemos unirnos como comunidad”, señaló el alcalde.
Nikki Perez, una residente negra de McKinney, asistió a la reunión del Concejo Municipal el lunes para expresar su preocupación por las acciones del policía. “No perdono el comportamiento de esos adolescentes, pero si llamo al 911, no quiero que ese policía venga”, sentenció Perez.
Robert Taylor, un profesor de criminología en la Universidad de Texas en Dallas que hizo estudios para el Departamento Policial de McKinney, dijo que tanto el oficial como los adolescentes en la fiesta actuaron de forma inapropiada.
Los adolescentes no seguían órdenes policiales, sostuvo, pero la decisión del oficial de sacar su pistola no ayudó.
Fuente: AP