Washington. El ex secretario de Estado de Estados Unidos Rex Tillerson se sentía frustrado por el hecho de que Jared Kushner, asesor y yerno del presidente Donald Trump, maniobrara a su espalda en cuestiones de política exterior, según una transcripción publicada el jueves por medios como CNN.
Su testimonio ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes el 21 de mayo destaca el papel poderoso y poco ortodoxo que Kushner ha desempeñado en la administración del presidente Donald Trump.
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Tillerson le dijo al comité que Kushner viajaba al extranjero y “por lo general estaba a cargo de su propia agenda”.
“Presenta desafíos especiales para todos si personas que intentan llevar adelante la política exterior en un país y hacen avanzar la agenda no están completamente al tanto de otras conversaciones que están teniendo lugar”, dijo.
Durante su tiempo como secretario de Estado a menudo se encontraba por fuera de eventos importantes, por ejemplo una visita del canciller mexicano a Washington para reunirse con Kushner, quien ni siquiera le comentó a Tillerson que el secretario estaría en la ciudad.
Tillerson se enteró porque fue a un restaurante donde ambos estaban cenando.
“El señor Kushner, y no recuerdo quién más estaba en la mesa, y el canciller estaban cenando”, dijo Tillerson, recordando que podía “ver el color desaparecer de la cara” del secretario mexicano.
“Dije: 'No quiero interrumpir lo que está haciendo'. Le dije: 'Llámeme la próxima vez que venga a la ciudad'. Y lo dejé así”, relató al comité.
Durante la gestión de Tillerson, la secretaría de Relaciones Exteriores de México estaba encabezada por Luis Videgaray.
Tampoco supo sobre la decisión de los países del Golfo de bloquear a Catar, que Kushner conocía pero no le informó.
“Me enoja”, dijo Tillerson cuando le preguntaron por su reacción por ese tema. “No tuve nada que decir. Las opiniones del Departamento de Estado nunca fueron expresadas”.
Tillerson estuvo frecuentemente en desacuerdo con Trump durante su tiempo como secretario de estado, que terminó cuando el presidente lo despidió en marzo del 2018.
Desde que dejó el cargo, Tillerson ha dicho que Trump era indisciplinado y que a veces le pedía que hiciera cosas que eran ilegales.
Trump usó Twitter para devolver el golpe, llamando a Tillerson “tonto como una roca”.
Fuente: EFE / AFP