(EFE). El presidente estadounidense, Barack Obama, honró este miércoles en el Día de los Veteranos a los ex combatientes de Estados Unidos y pidió al Congreso que apruebe medidas para mejorar su salud, educación y empleabilidad con el fin de facilitarles su reincorporación a la vida civil.
“En estos terrenos sagrados, donde generaciones de héroes han venido a descansar, recordamos a todos los que hicieron el máximo sacrificio por nuestra nación”, destacó Barack Obama en un discurso en el Cementerio Nacional de Arlington (Virginia), donde descansan miles de combatientes y algunos de los grandes líderes de Estados Unidos.
“Nos reunimos para saludar a todo patriota que ha llevado siempre con orgullo el uniforme de Estados Unidos”, añadió Obama.
El presidente pronuncio su tradicional discurso en el anfiteatro del cementerio, frente a la tumba del soldado desconocido, construida después de la Primera Guerra Mundial y con la inscripción: “Aquí descansa en honor y gloria un soldado estadounidense conocido solo por Dios”.
En su intervención, Obama reconoció que todavía queda mucho por hacer para que puedan reincorporarse con éxito a la vida civil los veteranos de guerra de Estados Unidos, entre los que destacó al más de un millón de hombres y mujeres que lucharon en la guerra de Afganistán (2001) y la segunda guerra de Irak (2003).
“Mi mensaje para cada veterano, para los veteranos de todo el país, es que todavía no estoy satisfecho y (el secretario de Asuntos de Veteranos) Bob McDonald tampoco está conforme. Vamos a seguir invirtiendo en instalaciones, médicos y personal para asegurarnos de que nuestros veteranos reciben la atención que necesitan”, dijo.
“Esa es nuestra obligación y no vamos a parar”, añadió.
Antes del evento, la Casa Blanca llamó al Congreso a aprobar medidas para mejorar el acceso a la salud de los veteranos, agilizar la solicitud de beneficios por discapacidad, así como el acceso a los servicios sociales que les corresponden por haber servido en el Ejército, pero que durante años han sufrido enormes retrasos.
En un comunicado, el Gobierno también anunció hoy que pondrá en marcha una serie de medidas para facilitar económicamente el acceso a la Universidad de los exmilitares y sus familias.
Además, la Casa Blanca informó hoy que Virginia se ha convertido en el primero de los 50 estados en conseguir erradicar la situación de indigencia que acosa a los veteranos, quienes tras dejar la guerra se ven obligados a buscar un nuevo trabajo, a veces, sin la preparación necesaria.
De acuerdo con la última encuesta de la Oficina del Censo, llevada a cabo entre 2009 y 2013, en Estados Unidos hay 21,5 millones de veteranos, incluyendo 1,2 millones de hispanos.
A nivel nacional, el número de militares veteranos sin hogar que duermen a la intemperie ha caído un 36% entre enero de 2010 y el mismo mes de 2015, de forma que decenas de miles de veteranos han conseguido salir de la calle, según datos de la Casa Blanca.
Como viene siendo habitual en los últimos años, el presidente estadounidense inició el día, festivo en Estados Unidos, con un tradicional desayuno en la Casa Blanca con veteranos de guerra y familiares, al que también acudió la primera dama, Michelle, y el vicepresidente Joe Biden y su esposa, Jill.
En Estados Unidos, el Día de los Veteranos se originó en 1919 como el “Día de Armisticio” para marcar el primer aniversario del fin de la Primera Guerra Mundial. Pero en 1954, el presidente Dwight D. Eisenhower cambió el nombre al festivo por el que ahora se le conoce para honrar a los soldados estadounidenses caídos en todas las guerras.
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