Ser presidente de Estados Unidos no es tarea fácil y Donald Trump lo sabe muy bien. El republicano, que vuelve de unas vacaciones poco tranquilas, llega a la Casa Blanca tras la salida de Stephen Bannon como su estratega jefe, la última de una serie de caídas que ha quedado representada en la imagen que se muestra arriba.
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En siete meses en el cargo, Trump ha despedido a un asesor de seguridad nacional, a un jefe de Gabinete, a dos directores de comunicación y a un portavoz, entre otros.Lejos de tomarse un descanso en sus imprevisibles declaraciones y tuits que sacuden Washington desde su llegada a la Casa Blanca el 20 de enero, las “vacaciones de trabajo” de Donald Trump en Nueva Jersey y Nueva York siguieron estando marcadas por la polémica y los anuncios imprevistos.Ahora, el mandatario deberá afrontar un intenso mes de septiembre en Washington, con asuntos cruciales como el debate del techo de la deuda federal o su ambiciosa reforma fiscal.Por si fuera poco, enfrenta declaraciones de indignados dirigentes de su propio Partido Republicano, ola de defecciones entre sus asesores económicos y desaires de grandes nombres de la cultura.
Esto demuestra el profundo malestar por las ambiguas palabras del presidente estadounidense sobre la violencia racista en Charlottesville, donde un simpatizante neonazi mató a una mujer.
Intentando pasar página, el viernes reunió a su equipo de seguridad nacional en Camp David para abordar la estrategia estadounidense en Afganistán, que anunciará este lunes.Fuente: Agencias
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