Nueva York (DPA). Uno de los políticos republicanos con mayores posibilidades de convertirse en candidato presidencial de Estados Unidos en el 2016, el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, despidió a algunos de sus principales asesores en el marco de un escándalo local que podría dificultar su ascenso político nacional.
Christie, un republicano moderado que entra en las principales quinielas para la nominación de candidato presidencial del partido conservador en el 2016, anunció hoy en una rueda de prensa retransmitida en directo por las cadenas nacionales el despido “inmediato” de su vicejefa de gabinete, Bridget Anne Kelly.
La hasta ahora estrecha colaboradora de Christie está considerada la principal responsable de haber orquestrado el cierre de varios carriles de uno de los principales puentes del país, el que une Nueva Jersey con Manhattan, como una “vendetta política” contra un alcalde demócrata que no apoyó la reelección de Christie el año pasado. Los cierres provocaron graves atascos durante cuatro días en Fort Lee, la ciudad que dirige el alcalde represaliado.
“En última instancia, soy responsable de lo que pasa bajo mi guardia, de lo bueno y de lo malo, y cuando se cometen errores debo asumirlo y hacer lo que sea necesario para remediarlo”, declaró Christie en una rueda de prensa de más de una hora retransmitida en directo y sin interrupciones por las principales cadenas del país.
El escándalo podría dañar la imagen de Christie como un republicano dispuesto a trabajar con la oposición demócrata, tal como hizo con el propio presidente, Barack Obama, en el 2012, tras la devastación que provocó el “huracán “Sandy”“:http://elcomercio.pe/tag/401218/huracan-sandy en su estado.
Pese a que la carrera presidencial estaba ya en su punto álgido, Christie no tuvo reparos en pasearse con el mandatario demócrata por algunas de las zonas más dañadas, pese a las críticas republicanas por el daño que estas imágenes podían hacer a su propio candidato, Mitt Romney.
Ahora, este escándalo amenaza con retratar a Christie como un político vengativo que decide acciones de castigo contra los que se le oponen.
Consciente del riesgo de ello de cara a sus aspiraciones nacionales, aunque por ahora no haya declarado abiertamente su intención de postularse a la Casa Blanca, Christie dejó hoy claro que más allá de la simbólica responsablilidad política, no tuvo nada que ver en el escándalo.
“No tuve conocimiento alguno ni estuve involucrado en la planificación o ejecución de esto, y estoy atónito por la abyecta estupidez que se demostró en este caso”, subrayó.
E insistió: “Esto es una excepción, no la norma de mis últimos años de gobierno”.