Washington (Agencias)
El veterano de la guerra de Iraq que entró en la Casa Blanca a mediados de setiembre, a pesar de todas las medidas de seguridad, se declaró no culpable ante un juez en Washington aunque su abogado afirmó que es penalmente responsable.
Omar González, de 42 años, fue formalmente acusado ante la jueza Deborah Robinson, durante su segunda comparecencia ante un tribunal de Washington, informó la agencia AFP.
Vestido con un traje naranja y con las manos esposadas, el acusado, un ex combatiente en Iraq, se declaró no culpable por invasión ilegal en un edificio protegido de acceso restringido, portando un arma peligrosa y en posesión de munición ilegal.
La jueza Robinson decidió mantener al acusado bajo custodia, quien enfrenta una pena de hasta 16 años en prisión.
Su abogado, David Bos, rechazó que su cliente sea sometido al examen psiquiátrico ordenado por la jueza, debido a que su cliente es “penalmente responsable”, y añadió que en caso de realizarse una evaluación, esta debe ser llevada a cabo por un experto independiente, designado por la defensa.
La jueza suspendió la decisión de su sentencia y deberá dar a conocer su veredicto a mediados de octubre. La próxima audiencia ha sido fijada para el 21 de octubre.
En la noche del 19 de setiembre, el ex militar subió la reja de 2,30 metros del portón norte de la Casa Blanca y recorrió más de 60 metros dentro del jardín que rodea el inmueble, perseguido por agentes de seguridad. González incluso consiguió entrar por la puerta principal y atravesar varias salas del primer piso, hasta que fue detenido en el salón llamado “East Room”.
El presidente y su familia acababan de abandonar la Casa Blanca cuando sucedieron los hechos. Omar Gonzalez tenía una navaja en el bolsillo y más tarde se hallaron casi 800 balas en su auto, que estaba estacionado fuera del edificio, según los fiscales.
Después de su arresto, González -que sufre de estrés postraumático a causa de la guerra- explicó que estaba preocupado “de ver la atmósfera colapsando, y quería trasmitir esta información al presidente de Estados Unidos para que hable con la gente”.
Por este caso, la jefa del Servicio Secreto de Estados Unidos, Julia Pierson, renunció hoy a su cargo al asumir una serie de fallas “inaceptables” del grupo de protección especial del presidente y su familia.