Washington. El presidente estadounidense, Barack Obama, recibió esta noche en Washington a su homólogo chino, Xi Jinping, en una cena informal que les permitirá abordar temas de fricción, pero también hacer avanzar la relación entre las dos grandes potencias.
Los dos dirigentes cenaron en la Casa Blanca, en un encuentro informal que sin embargo podría ser tan importante como los actos oficiales del viernes.
Mañana, el mandatario Xi iniciará oficialmente la visita de Estado con una ceremonia oficial de recepción en la Casa Blanca. Tras las conversaciones y una conferencia de prensa conjunta, Obama dará por la noche un banquete de Estado para su huésped, lo que es criticado por los opositores republicanos y también por defensores de los derechos humanos.Se trata de la primera visita de Xi como presidente a Estados Unidos. Su llegada se produce en un momento difícil para la relación entre ambos países, ya que China enfrenta graves acusaciones de hackeo de redes del gobierno estadounidense.El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo hoy que se le dejó en claro a China, tanto públicamente como en privado, que la ciberseguridad y las preocupaciones de Estados Unidos sobre el comportamiento chino serán un “tema prominente”.También hay tensiones por la agresividad con la que China manifiesta sus reivindicaciones territoriales sobre el Mar de China Meridional. Además, la situación económica en el gigante asiático despierta preocupación internacional.Antes de su llegada a Washington, Xi visitó Seatllte, en la costa occidental de Estados Unidos, donde mantuvo una serie de reuniones con empresas de tecnología.
Ataques cibernéticos
Obama y Xi tratarán de destacar la cooperación para frenar los programas nucleares de Irán y Corea del Norte, los esfuerzos para combatir el cambio climático y los lazos entre los pueblos de las dos naciones.
También se espera un acuerdo para reducir el riesgo de enfrentamientos militares aéreos.
En la víspera de la visita del presidente chino, funcionarios estadounidenses revelaron que dos jets de combate chinos pasaron peligrosamente cerca de un avión espía de Estados Unidos en el espacio aéreo internacional sobre el Mar Amarillo.
Una serie de ataques cibernéticos y la ocupación de Pekín por la fuerza de territorios en disputa en el Mar del Sur de China han empujado a la administración Obama a enviar un mensaje de que estos temas pueden tener un costo si Xi no brinda una respuesta satisfactoria.
“Tenemos serias y fundamentales preocupaciones con (...) los ataques cibernéticos a nuestras compañías, a la propiedad intelectual y secretos comerciales, en beneficio de compañías chinas”, dijo un alto funcionario de la administración de Obama a la AFP.
“El presidente planteó varias veces esto a Xi. Esperamos que haya iniciativas. No dudaremos en tomar las medidas necesarias para proteger nuestra economía y nuestras compañías”, agregó la fuente que prefirió mantenerse en el anonimato.
“Esto no es un motivo de irritación menor. Esto llega al corazón de nuestra economía. Es un tema de seguridad nacional y económica”, observó.