Nada más conocerse la noticia, gran parte de Estados Unidos entró en shock.
La jueza de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg, de 85 años, fue sometida a una operación en la que le extrajeron varios tumores malignos.
Según la oficina de RBG, la operación se llevó a cabo con éxito.
La reacción de la parte más liberal del país a la noticia fue una mezcla instantánea de buenos deseos y un pavor apenas reprimido.
Lo mismo sucedió cuando en noviembre la magistrada fue hospitalizada tras caerse en su oficina y fracturarse tres costillas.
“#RuthBaderGinsburg ¡NO TE ATREVAS A MORIRTE, TE NECESITAMOS!”, escribió en ese momento una usuaria de Twitter.
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Y es que a muchos preocupa en Estados Unidos la salud de la jueza más veterana del máximo tribunal del país.
Si Ginsburg muriera, se retirara o una enfermedad le obligara a dejar de trabajar, el presidente Trump podría cimentar la mayoría conservadora de la Corte Suprema con el nombramiento de su tercer juez, después de nominar a Neil Gorsuch y al polémico Brett Kavanaugh recientemente.
Pero más allá de eso, el derroche de preocupaciones también puede atribuirse al hecho de que para el sector más liberal de Estados Unidos, RBG se ha convertido en un símbolo del pensamiento más progresista de la sociedad y, también, en un ícono pop.
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Sobre Ginsburg se han hecho libros y películas biográficas y su imagen aparece en camisetas y tazas de café hasta disfraces de Halloween.
“Creo que personas de todas las edades están emocionadas de ver a una mujer en la vida pública que ha demostrado que, incluso a los 85 años, puede ser inquebrantable en su compromiso con la igualdad y la justicia”, dice Irin Carmon, una de las autoras de Notorious RBG, un libro sobre la vida de la jueza.
Famosa por su diminuta estatura, su actitud seria y sus largas pausas en las conversaciones, se dice que no tiene tolerancia para hablar de tonterías.
Pero ¿cómo pasó RBG a convertirse en un símbolo?
- Feminismo y leyes -
Joan Ruth Bader nació en el barrio de Flatbush en Brooklyn, Nueva York, en 1933, de padres inmigrantes judíos.
Después de graduarse de la Universidad de Cornell en 1954, se casó con Marty Ginsburg y poco después, tuvo su primer hijo.
Mientras Ginsburg estaba embarazada, fue “descendida” en su trabajo en una oficina de seguridad social (la discriminación contra las mujeres embarazadas aún era legal en la década de 1950) y esa experiencia la llevó a ocultar su segundo embarazo años más tarde.
En 1956, se convirtió en una de las nueve mujeres que se inscribieron en la Escuela de Derecho de Harvard, en la que el decano obligó a sus estudiantes a decirle cómo podían justificar que ocuparan el lugar de un hombre en su escuela.
Más tarde se trasladó a la Escuela de Derecho de Columbia, en Nueva York, y se convirtió en la primera mujer en trabajar en las revisiones de leyes de ambos colegios.
Sin embargo, pese a haberse graduado en esas universidades, Ginsburg batalló por encontrar trabajo.
Finalmente, se convirtió en profesora en la Universidad Rutgers en 1963, donde enseñó algunas de las primeras clases de mujeres y derecho, y fue cofundadora del Proyecto de Derechos de la Mujer en la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos.
En 1973, se convirtió en la asesora general de esa última organización, lo que dio inicio a una era prolífica para argumentar casos de discriminación de género, seis de los cuales la llevaron ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Ganó cinco de ellos, incluido el de un hombre que reclamaba la pensión de su esposa fallecida después del parto.
También fue durante este tiempo cuando discutió en nombre de una capitana de la Fuerza Aérea que había quedado embarazada y a quien le pedían que abortara al bebé para que no perdiera su trabajo.
En 1973, el caso Roe vs. Wade decidió la legalización del aborto, pero Ginsburg notó que, dado que el fallo dependía del derecho a la privacidad, y no del de la protección igualitaria, estaba abierto a un ataque legal.
“La Corte se aventuró demasiado lejos en el cambio que ordenó y presentó una justificación incompleta de su acción”, contó en una conferencia de 1984.
- La segunda mujer en la Corte Suprema -
En 1980, el presidente Jimmy Carter nominó a Ginsburg a la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Distrito de Columbia.
Se ganó una reputación de centrista, votando con los conservadores muchas veces.
Por ejemplo, cuando rechazó de escuchar el caso de discriminación de un soldado que dijo que había sido dado de baja de la Armada por ser gay.
El presidente Bill Clinton la nominó a la Corte Suprema en 1993, después de una prolongada búsqueda.
Ginsburg se convirtió en la segunda mujer nominada al más alto tribunal de Estados Unidos.
- La disidente ardiente -
Uno de sus casos más importantes y tempranos en la Corte fue el llamado Estados Unidos vs. Virginia, que anuló la política de admisión de solo hombres en el Instituto Militar de Virginia.
Al explicar su decisión, Ginsburg alegó que ninguna ley o política debería negar a las mujeres “la plena ciudadanía, la misma oportunidad de aspirar, lograr, participar y contribuir a la sociedad en función de sus talentos y capacidades individuales”.
A medida que la Corte se ha vuelto más conservadora, Ginsburg se ha movido cada vez más hacia la izquierda y ahora es famosa por sus ardientes disensiones del resto de los jueces.
Ha sido una posición que la ha vuelto tan conocida que una joven estudiante de derecho llamada Shana Knizhnik creó una cuenta en Tumblr dedicada a Ginsburg llamada Notorious RBG, una referencia al difunto rapero The Notorious BIG.
La cuenta reintrodujo a Ginsburg a una nueva generación de jóvenes feministas y se hizo tan popular que Knizhnik y su coautora Carmon convirtieron el blog en un libro del mismo nombre, que devino un éxito de ventas.
“Creo que en realidad es algo que Ginsburg realmente ha disfrutado en estos últimos años”, opina Schiff Berman, quien trabajara para la jueza.
“Para ella es muy emocionante sentir que su legado puede inspirar a una nueva generación de mujeres, jóvenes en particular ”, agrega.
- Un icono pop -
Muchos aspectos de la vida de Ginsburg se han convertido en un tema de fascinación en Internet, como su rutina de ejercicios, que ha sido imitada por el comediante Stephen Colbert.
RBG ha sido celebrada por su estilo de moda, desde su afición por los guantes de encaje hasta sus elaborados jabots, los cuellos que lleva sobre sus túnicas, o su famoso “collar disidente”.
Sin embargo, la justicia no es inmune a la crítica… ni al error.
Durante las elecciones de 2016, llamó “farsante” al entonces candidato Donald Trump y dijo que no podía imaginar un mundo con él como presidente de Estados Unidos.
“Dice lo que se le ocurra en el momento. Realmente es un egocéntrico”, le dijo a CNN.
Sus declaraciones fueron criticadas tanto por la derecha como por la izquierda, que alegaron que esos comentarios podrían socavar su imparcialidad y autoridad de la corte.
RBG finalmente se disculpó.
- Negativa de retiro -
Durante los dos mandatos del presidente Barack Obama, algunos expertos se preguntaron en voz alta si no era hora de que Ginsburg se retirara en ese momento, con un demócrata en el cargo, lo que permitiría el paso de otro juez liberal para la corte.
Pero esos llamados fueron recibidos por Ginsburg con cierta irritación.
“Muchas personas me han preguntado: '¿Cuándo va a renunciar?', pero mientras pueda seguir haciendo mi trabajo a todo vapor, seguiré aquí”, dijo en una entrevista este año.
*Este artículo se publicó originalmente en BBC Mundo en noviembre del 2018 y fue actualizado con la noticia de que la jueza se sometió a una operación en la que le extrajeron varios tumores malignos.