El gobernador de Texas, Estados Unidos, el republicano Greg Abbott, informó este viernes que el tiroteo en una escuela secundaria de Santa Fe, en el sureste del estado, provocó la muerte de 10 personas, la mayoría estudiantes, y otros 10 heridos que en estos momentos se encuentran hospitalizados.
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En la rueda de prensa, Abbott reveló también que el principal sospechoso de la tragedia, Dimitrios Pagourtzis, de 17 años y estudiante del propio centro, obtuvo las armas del arsenal que su padre guardaba en el domicilio familiar.
El joven disparó contra sus compañeros armado con un fusil de asalto, una pistola y varios artefactos explosivos, entre los que se encontraban cócteles molotov elaborados por él.
Según información obtenida del teléfono y el ordenador personal de Pagourtzis, la intención del sospechoso era suicidarse después de provocar la matanza.“Tenemos dos metas, la primera es resolver este tema de forma correcta y asegurar el apoyo necesario a las víctimas; en segundo lugar es hora de hacer algo más que rezar por ellos”, detalló Abbott.
El gobernador texano anunció que la próxima semana comenzarán diferentes mesas de debate para alcanzar un paquete de medidas, con el objetivo de que “estas tragedias no se vuelvan a repetir en Texas”.
En ellas, quiso aclarar que participarán todos los agentes de la sociedad: desde víctimas en tiroteos, estudiantes, padres, autoridades políticas, e incluso defensores de las armas en base a la Segunda Enmienda de la Constitución de EE.UU., norma que permite la posesión de armas como medida de defensa personal.
“Una vez más, Texas ha visto la cara de la maldad. Hay que hacer lo posible para acabar con esto, para parar los tiroteos en las escuelas, para acabar con la tenencia de armas por las personas equivocadas”, añadió el senador republicano Ted Cruz.
En un comunicado previo, la oficina del gobernador declaró que las banderas de Texas ondearan a media asta en todo el estado hasta el próximo 22 de mayo en señal de respeto.—Armas de su padre y explosivos —Dimitrios Pagourtzis, de 17 años, llevó a cabo el ataque con una escopeta y un revólver calibre .38 de su padre, dijo el gobernador del estado de Texas.“No tengo información en este momento de si el padre sabía o no que su hijo había tomado estas armas”, dijo el gobernador Greg Abbott en rueda de prensa, agregando que se creía que el padre poseía legalmente ambas armas. Abbott también dijo que el sospechoso, que no ha sido identificado, colocó varios tipos de explosivos en una casa y un vehículo, incluido un cóctel molotov.Santa Fe, una ciudad de 12.000 habitantes situada 55 kilómetros al sureste de Houston, vivió hoy el peor tiroteo escolar después del sucedido el 14 de febrero en una escuela secundaria de Parkland (Florida, EE.UU.), en el que fallecieron 17 personas. Fuente: EFE