Otra situación de abuso vuelve a tocar al mundo del deporte en Estados Unidos. Cinco animadoras [cheerleaders, en inglés] contaron bajo anonimato al diario The New York Times cómo, en una jornada laboral, terminaron posando ante una cámara en topless y haciendo de damas de compañía de los patrocinadores del equipo de fútbol americano Washington Redskins.
Todo sucedió en un viaje a Costa Rica en 2013 durante una sesión de fotos de calendario. Lo primero que les llamó la atención a las viajeras fue que los ejecutivos del Redskins les confiscaron sus pasaportes al llegar al complejo donde se hospedaban. Pero eso fue lo más suave. Al arrancar la sesión fotográfica, un grupo de inversores y los dueños del estadio FedExField, llegaron para contemplar cómo las animadoras sonreían ante la cámara. Algunas fueron obligadas a posar en topless (con el torso desnudo) y otras con el cuerpo cubierto solo de pintura. Ni pompones ni uniforme. Así trabajaron durante 14 horas.
Una vez terminada la sesión, los ejecutivos del equipo eligieron a nueve de las 36 chicas para llevarlas a otro campo de juego: debían acompañar a los patrocinadores que querían fiesta. “Regresen a su habitación y prepárense”, les dijo el director. Varias comenzaron a llorar, según el relato del diario neoyorquino. “No nos pusieron una pistola en la cabeza, pero era obligatorio para nosotras ir”, describió una de las víctimas, que aclaró que no tuvieron sexo con esos hombres. “No nos preguntaron, nos dijeron. Otras chicas estaban mal porque sabíamos exactamente lo que estaban haciendo”.
Compensación
Las denunciantes pidieron al comisionado de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés), Roger Goodell, y a los abogados de la liga, mantener una reunión de “buena fe” con al menos cuatro animadoras para establecer reglas y normas vinculantes para todos los equipos. Además, piden que las formaciones que actualmente tienen grupos de cheerleaders no puedan disolverlos como represalia durante al menos cinco años.
Un portavoz de los Redskins afirmó que el equipo no hará comentarios sobre el caso de Costa Rica. Stephanie Jojokian, la exdirectora y coreógrafa, negó rotundamente que se haya forzado a alguien a salir de fiesta y agregó: “Es un ambiente de apoyo para estas mujeres”. Ella misma, según un testimonio recogido por la cadena WJLA-TV, dijo en una audición: “No cubras demasiado tu área del pecho. Asumiremos que intentas ocultar algo”.En ese entorno de “apoyo”, estas mujeres son vistas de muchas maneras. Hasta como un objeto de limpieza. En un antiguo anuncio de radio del equipo se escuchaba a un grupo de hombres hablar sobre un concurso en el que los ganadores podían elegir a las cheerleaders de Redskins para que les lavaran el coche. Uno le preguntaba a otro si le gustaría que ellas se enjabonaran y frotaran en el vehículo.El contrato de las animadoras especifica que deben participar en actividades fuera del campo de juego, como “eventos comunitarios y caritativos, campamentos juveniles, etcétera”. Lo que no presuponen es que ese “etcétera” incluye ir a bailar con los patrocinadores del equipo. “Desafortunadamente, siento que no cambiará nada hasta que algo terrible suceda, como que una niña sea atacada de alguna manera o violada”, lamentó una de las denunciantes.
Fuente: La Nación, GDA
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