Berlín. La Oficina Federal para la Protección de la Constitución en Alemania reforzará el departamento encargado de observar a los grupos de ultraderecha para detectar posibles movilizaciones violentas o la formación de grupos terroristas.
“En los últimos años, debido a la amenaza del terrorismo islamista, hemos invertido muchos recursos en ese campo y, tal vez, nuestro trabajo contra la ultraderecha no ha estado muy presente en la opinión pública”, dijo el presidente del organismo, Thomas Haldewang, en una entrevista con el diario Süddeutsche Zeitung.
“Ahora tendremos más medios, de manera que podremos reforzar ese campo sin debilitar el otro. Mi idea es que el departamento que se ocupe de la ultraderecha crezca en un 50 por ciento”, agregó.
Haldewang se negó a proporcionar cifras concretas sobre el número de agentes que trabajarán en el departamento que se ocupa de la ultraderecha, pero apuntó que su tamaño se aproximará al que lucha contra el terrorismo islamista.
El titular de estos servicios de inteligencia alemanes, que investigan en el ámbito doméstico, dijo que no se hace justicia con el organismo cuando se asegura que en el pasado no se ha ocupado de la ultraderecha y recordó cómo ha logrado desarticular varios grupos violentos en diversas partes de Alemania.
Actualmente, según Haldewang, se ha detectado una mayor movilización de la ultraderecha, de la que puso como ejemplo lo ocurrido en la ciudad de Chemnitz, en el oeste de Alemania, tras el asesinado de un alemán de origen cubano, presuntamente a manos de solicitantes de asilo, a finales de agosto.
“Primero se produce un acontecimiento, como el asesinato de un alemán. Luego, se inventa una historia en torno al hecho, en este caso que había muerto por defender a unas mujeres de un intento de violación por parte de inmigrantes”, explicó.
“Luego, la historia se difunde rápidamente por las redes sociales y llegaron (a Chemnitz) centenares de ultraderechistas de toda Alemania”, agregó.
Los acontecimientos de Chemnitz le terminaron costando el puesto al antecesor de Haldewang, Hans Georg Maassen, quien había relativizado la violencia de la ultraderecha contra los extranjeros.
Haldewang evitó criticar directamente a su antecesor, pero aclaró que había habido “violencia contra inmigrantes y contra establecimientos judíos”.
Fuente: EFE