Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Berlín (EFE)
La Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) alemana estima que residen en el país en torno a 1.000 potenciales terroristas islamistas, muchos de los cuales no estarían dispuestos a cometer un atentado, pero sí a ayudar en la logística para preparar un ataque.
Las cifras las revela el presidente de la BKA, Jörg Ziercke, en una entrevista con el diario “Die Welt”, donde destaca el incremento del número de personas sospechosas en los últimos años.
Según las fuerzas de seguridad, alrededor de 230 personas podrían cometer “delitos de considerable magnitud”, un grupo que en 2010 apenas integraban 120 personas.
A esa lista se une una de 300 personas consideradas “relevantes”, que tal vez no protagonizarían un atentado, pero sí podrían colaborar, según explica.
En estos momentos, según sus cifras, hay 420 procedimientos de investigación abiertos y 650 acusados con un trasfondo islamista.
Si hace diez años la atención de la BKA se centraba en la actividad potencial de redes como Al Qaeda, Ziercke señala que ahora el principal riesgo del terrorismo islamista se encuentra en fanáticos que decidan actuar de forma individual o en pequeños grupos.
Admite que nunca habrá un riesgo cero y asume la posibilidad de que se registren intentos de atentado en el futuro, pero garantiza que las fuerzas de seguridad están preparadas y trabajan para frustrar los eventuales planes terroristas.
Ziercke, que abandona su puesto a fin de mes, repasa la labor realizada y recuerda que las fuerzas de seguridad han impedido en Alemania ocho atentados; en otros dos casos la suerte contribuyó a evitar los ataques: un atentado fallido en la estación central de Bonn en 2012 y las “maletas bomba” que en 2006 fueron halladas en trenes de cercanías con destino a Coblenza y Dortmund y sin llegar a estallar.
La BKA no pudo evitar un atentado, el registrado en 2011 en el aeropuerto de Fráncfort y en el que murieron en un tiroteo dos soldados estadounidenses, recuerda.