En marzo del año pasado un grupo islamista vinculado con Al Qaeda amenazó de muerte al presidente francés, François Hollande, en respuesta a la intervención francesa en Mali y en la República Centroafricana.
“A nuestros lobos solitarios en Francia, ejecuten a la cabeza del ateísmo y de la criminalidad. Aterroricen a su maldito gobierno, que exploten y vivan el horror”, se leía en la plataforma mediática de los muyahidines, grupo cercano a Al Qaeda.
“Ni Hollande ni sus soldados estarán en paz en Francia hasta que los musulmanes de Mali y de la República Centroafricana la vivan de forma concreta en su casa”, añadieron los yihadistas quienes acusaban a Francia de “llevar a cabo el genocidio y las cruzadas criminales contra los musulmanes en África” y llamaron a sus partidarios en Francia a retomar el camino de Mohamed Merah.
Merah es un yihadista franco-argelino que asesinó en el 2012 a tres militares, tres niños y un profesor judíos en el sur de Francia.
Francia intervino en el 2013 en la República Centroafricana, sumida en el caos tras la destitución en marzo de ese año del régimen de François Bozizé por parte de una coalición rebelde de mayoría musulmana. También lleva a cabo una operación militar en Mali desde enero del 2013 para poner fin a la ocupación del norte del país por grupos islamistas vinculados a Al Qaeda que amenazaban con avanzar hacia la capital Bamako.
LOS LOBOS SOLITARIOS
El ataque de hoy en París se suma al atentado ocurrido hace poco en un restaurante en Australia, en el Metro de Nueva York y en el Parlamento canadiense. Todos realizados por los llamados lobos solitarios; sujetos que planifican y ejecutan actos terroristas por cuenta propia, sin pertenecer a una organización o responder a un jefe. Se trata de individuos que operan aislados, que se radicalizan solos, normalmente a través de páginas web radicales, operan por su cuenta y por lo tanto la posibilidad de detectarlos es menor.
Si bien los 'lobos' no están vinculados a un grupo, eso no quiere decir que no estén influenciados por una organización. Por algo el Estado Islámico dispone de una sofisticada estrategia de propaganda a través de Internet que incluye cuentas en redes sociales y una revista online, “Dabiq”, que se puede leer en tres idiomas.
Revistas radicales como “Inspire” resaltan que el muyahidin (guerrero santo) debe practicar la yihad en su tierra, sin tener que viajar, ya que “el enemigo está en todas partes”. De hecho, fue “Inspire”, cuyo primer ejemplar se publicó en el 2010 y contó con 10 de sus 67 páginas dedicadas a instruir cómo fabricar bombas, la que enseñó a los hermanos Tsarnaev a hacer los explosivos que detonaron en la maratón de Boston en el 2013.