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Madrid (Agencias)
El presidente de Cataluña, Artur Mas, dijo el viernes que el rechazo a la independencia de Escocia no es un revés para el proceso de soberanía de la región, y destacó que firmará un decreto para convocar a una votación sobre la escisión el 9 de noviembre, una medida muy resistida por Madrid.
“Firmaré un decreto para la consulta en Cataluña, de hecho, convocaré a esta consulta para el 9 de noviembre, como fue acordado hace unos meses con la mayoría de las fuerzas políticas catalanas”, sostuvo Mas.
“Después de lo que ha ocurrido (en Escocia) el proceso continúa y va hacia adelante (...) El proceso catalán sale claramente reforzado, independientemente de que cuando se vota hay que aceptar el resultado”, agregó.
A pesar de que los escoceses votaron mayoritariamente a favor de seguir formando parte de Reino Unido, Mas dijo que la votación supone “una gran lección de democracia”.
Poco después de los dichos de Mas, el Gobierno español reiteró que el referéndum es contrario al derecho.
La constitución española no permite referéndums que no incluyan a todos los españoles y expertos dicen que la Corte Constitucional de España declararía la consulta ilegal.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, insistió en que la consulta catalana no se puede realizar.
“Al respecto se ha pronunciado el Parlamento español, señalando que el referéndum es contrario a derecho”, explicó Sáenz.
En cuanto a si habría margen para que Cataluña negocie con el Gobierno central una mayor autonomía, como se ha prometido en Reino Unido para Escocia, Sáenz dijo que en España las autonomías tienen ya amplias competencias y que no se puede negociar bajo amenazas.
“Los gobernantes tienen que saber que las leyes les comprometen y les obligan y tienen que cumplirlas (... ) hay un modelo de financiación autonómica que tiene que ser actualizado (pero) desde luego eso no se puede ligar a ningún proceso en el que alguien diga 'no voy a cumplir la legalidad a ver si me dan algo por incumplirla'”, declaró.
En caso de darse un referéndum en Cataluña, no resultaría una separación, como sí lo hubiera sido en Escocia. Si se da una situación, donde gane el “Sí”, eso serviría como una mandanto político para negociar el camino hacia la independencia.