San Vicente del Raspeig. Fustigando por igual a los “traidores de España” y a la “derechita cobarde”, Santiago Abascal consiguió al frente de Vox, que ganó 24 diputados en las legislativas españolas, resucitar a una extrema derecha marginal desde el fin de la dictadura franquista en 1975.
“Bienvenidos a la resistencia”, lanzó ante sus militantes el barbudo personaje de mirada penetrante, fundador hace cinco años de Vox junto a otros desencantados de un Partido Popular (PP) acusado de traicionar sus “valores” e “ideas”.
Su formación se convirtió en la quinta fuerza política de España al conseguir 24 escaños de 350 de la Cámara Baja, que había tenido hasta ahora un solo diputado de extrema derecha en 40 años de democracia.
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“24 diputados en las Cortes representarán el orgullo de ser español”, dijo Abascal ante sus seguidores.
Desde su primer éxito electoral en las regionales de Andalucía en diciembre con 11% de los votos, Vox ha dominado el terreno mediático y las redes sociales en España, suscitando polémica tras polémica con propuestas ultraconservadoras.
Prohibir partidos independentistas, abolir la ley contra la violencia sexista, defensa de la familia tradicional... pese a que los cuatro hijos de Abascal son fruto de dos matrimonios diferentes.
En los muy concurridos mítines de su formación, Abascal cargaba contra una supuesta “dictadura progre” (de izquierdas) y contra los “enemigos de España”, como califica a los nacionalistas catalanes y vascos.
- Amenazado por ETA -
Criado en Amurrio, localidad vasca donde su abuelo fue alcalde durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), Abascal, de 43 años, gusta contar que su padre, dirigente local del PP, escapó a tres intentos de asesinato de la banda independentista ETA.
Militante del conservador PP desde los 18 años, debía ir acompañado de dos guardaespaldas en la región del norte de España donde los políticos conservadores o socialistas podían ser blanco del grupo armado, disuelto definitivamente el año pasado.
“Su experiencia política en el País Vasco, los años amenazado, han marcado sus ideas, ciertamente; pero es evidente que no todas las personas amenazadas por ETA han experimentado esta radicalización. Supongo que su tradición ideológica familiar también ha sido clave”, declara a la AFP Beatriz Acha, politóloga de la Universidad Pública de Navarra.
Herencia de esa época, un revólver Smith & Wesson del que Abascal se enorgullece de poseer, algo poco común en un país con una legislación muy restrictiva sobre el porte de armas, que de todas maneras se ha mostrado a favor de suavizar.
Más allá de la lluvia de críticas por sus ideas, sus detractores le recuerdan su pasado de dirigente, generosamente remunerado, de agencias y fundaciones públicas cuando militaba en el PP.
Él mismo reconoció, a posteriori, la “inutilidad” de estos organismos.
“Santiago Abascal lleva toda su vida viviendo del erario público”, denunció en enero Irene Montero, número dos del partido de izquierda radical Podemos.
Una forma de criticar su programa económico que defiende un fuerte recorte del gasto público, en línea con el ex presidente conservador del gobierno de José María Aznar (1996-2004), partidario de una línea liberal y conservadora sin complejos.
Aznar calificó a Abascal en octubre de “chico lleno de cualidades”, aunque luego elevó el tono y le lanzó: “A mí, mirándome a la cara, nadie me habla de una derechita cobarde, porque no me aguanta la mirada”.
Fuente: AFP