Madrid. El Partido Socialista Obrero español (PSOE) y el izquierdista Unidas Podemos (UP) anunciaron este martes un rápido acuerdo para formar un Gobierno de coalición, solo dos días después de las elecciones del domingo, aunque necesitarán la colaboración de otros partidos para sacarlo adelante.
El presidente del Gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, y el líder de UP, Pablo Iglesias - que sería vicepresidente del Ejecutivo -, escenificaron hoy en el Congreso de los Diputados la reconciliación entre ambos partidos, y también personal, tras meses de disputas que impidieron formar gabinete después de las elecciones del 28 de abril pasado.
“El país necesita un Gobierno que empiece a andar cuanto antes”, argumentó Sánchez en una declaración tras la firma del acuerdo con Iglesias en el Congreso, en las que aseguró que se trata de un pacto “estable” para los “cuatro años” de la legislatura.
Este Gobierno -si es avalado por el Parlamento- sería el primero de coalición desde la restauración de la democracia española en 1977 y también el primero con la presencia de dirigentes más a la izquierda del PSOE.
La falta de acuerdo y de bloqueo político entre partidos obligó a la repetición electoral, aunque el resultado del domingo no aclaró el panorama político, pues PSOE y UP perdieron algunos diputados y los socialistas siguen necesitando acuerdos con otras fuerzas para gobernar.
LA SUBIDA DE LA ULTRADERECHA ACELERÓ EL ACUERDO
Sin embargo, el fuerte aumento del partido ultraderechista Vox en las elecciones del domingo, en las que se alzó como la tercera fuerza más votada (52 diputados), envió una alerta a PSOE y UP para lograr un entendimiento rápido.
El acuerdo es “una necesidad histórica”, recalcó Iglesias, quien avanzó que el futuro Gobierno apostará por “el diálogo para afrontar la crisis territorial y la justicia social como mejor vacuna contra la extrema derecha”.
“Va a ser un Gobierno profundamente progresista”, según Sánchez, donde “lo único que no cabrá será el odio y la confrontación entre los españoles”.
La ministra de Defensa en funciones, la socialista Margarita Robles, reconoció en Bruselas que el factor que “ha cambiado” la situación es “el incremento de Vox”, algo “especialmente preocupante”.
Sánchez e Iglesias también restaron hoy importancia a sus peleas. Iglesias garantizó “lealtad” y Sánchez aseguró que el pacto “supera cualquier desencuentro” anterior.
Iglesias -antes vetado por Sánchez- entraría en el futuro Ejecutivo como vicepresidente, indicaron a Efe fuentes de ambos partidos, aunque primero se cerrarán los detalles del programa de gobierno y luego se pactará el reparto de cargos.
El documento firmado detalla los diez principales puntos de actuación, como la mejora del empleo; protección de la sanidad, la educación y las pensiones; garantizar el derecho a la vivienda; lucha contra el cambio climático, igualdad de la mujer y ampliación de los derechos sociales.
El acuerdo también se ocupa de la situación en Cataluña para “garantizar la convivencia” y “la normalización de la vida política” buscando “fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constitución” frente a las tensiones independentistas.
EN BUSCA DE APOYO PARLAMENTARIO
Ahora, los socialistas (120 diputados) y UP (35) suman 155 escaños de los 350 del Congreso, a 21 de la mayoría absoluta, así que Sánchez requiere el apoyo o la abstención parlamentaria de otros grupos, según el caso, para que la cámara legislativa lo vuelva a respaldar como jefe del Ejecutivo.
Previsiblemente el acuerdo anunciado hoy, pendiente de concretarse, contaría con el voto de otros cuatro diputados (hasta 159): los tres de la nueva coalición izquierdista Más País y el único del Partido Regionalista de Cantabria.
Conservadores, ultraderechistas y liberales se opusieron a ese gobierno de coalición frontalmente, así que la investidura parlamentaria de Sánchez como presidente del Gobierno dependería finalmente del voto favorable o la abstención de minorías como los nacionalistas vascos (PNV, 7 diputados) o los independentistas catalanes de ERC (13).
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, aseguró que este partido se “alegra” del acuerdo y será “responsable y constructivo”, aunque para decidir su voto en la investidura habrá que “hablar”.
La dirigente de ERC Marta Vilalta anunció que esta formación votará “no” a Sánchez si no hay un diálogo político con Cataluña y se admite que no hay un problema de convivencia en la región, sino de la relación Estado-Cataluña.
Aún quedan varias semanas de conversaciones entre PSOE y UP para concretar los detalles del acuerdo y Sánchez, que apeló a la “responsabilidad” de las demás formaciones, ya ha comenzado los contactos con otros líderes.
Después de que se constituya el Parlamento, el 3 de diciembre, el rey Felipe VI podría iniciar las consultas con los grupos políticos a partir del día 4 para proponer luego un candidato a presidente del Gobierno. Éste se someterá a una sesión de investidura parlamentaria, para la que no hay fechas fijas.
GOBIERNO Y ECONOMÍA
Los sindicatos mayoritarios -CCOO y UGT- recibieron positivamente el acuerdo de gobierno porque acaba con el bloqueo político y posibilita un Ejecutivo estable de corte progresista.
Las grandes organizaciones empresariales pidieron un gobierno “estable y moderado” que trabaje con “rigor presupuestario y ortodoxia económica”.
La Bolsa española comenzó a bajar tras conocerse el acuerdo y el IBEX 35 cerró con una pérdida del 0,87 % porque el mercado cree que el Gobierno de izquierdas podría castigar al mundo empresarial, según varios analistas.
Fuente: EFE