Ocho de febrero a las 10 de la mañana. La infanta Cristina de Borbón se convertirá ese día a esa hora en el primer familiar directo del rey Juan Carlos de España en sentarse ante un juez para declarar como imputada.El magistrado José Castro, que la investiga por presuntos delitos fiscales y blanqueo de dinero, adelantó hoy en un mes la declaración de la hija del monarca. Hace una semana, cuando procedió a su imputación, la había fijado para el 8 de marzo.El juez de Palma de Mallorca señaló la nueva fecha, que cae también en sábado, después de que la defensa de la infanta anunciara el fin de semana que no recurrirá la imputación y sugiriera que Cristina podría comparecer ante Castro lo antes posible.Un cambio de estrategia que parece querer evitar mayor daño a una institución a la que este caso, que tiene como protagonista principal a Iñaki Urdangarin, el marido de Cristina, ha precipitado en su peor crisis en los 38 años de reinado de Juan Carlos.“Es obligado adelantarla (la declaración)”, dijo Castro a los periodistas al llegar en la mañana de hoy a su juzgado. Poco después dictaba el auto en el que fijaba la convocatoria el 8 de febrero.La hija del rey, de 48 años y séptima en la línea de sucesión, tendrá que desplazarse hasta allí desde Suiza, donde se mudó junto a sus hijos en agosto, alejándose del revuelo mediático gracias a las tareas que le encomendó en Ginebra la Fundación La Caixa, para la que trabaja desde 1993.Cristina fue imputada el martes de la semana pasada en el marco del caso de corrupción que protagoniza desde hace más de dos años su marido, a quien la casa real española mantiene apartado desde entonces.El ex jugador de balonmano ha declarado ya como imputado ante el juez Castro en dos ocasiones y se prevé que la fiscalía pida sin demasiada dilación la apertura de juicio oral contra él, un proceso en el que según medios españoles solicitará para el duque 23 años de prisión por seis delitos de corrupción.
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