Atenas. Polina Masuritou espera bajo el duro sol de verano para poder entrar a una sucursal bancaria en Atenas. “Europa quiere llevarnos a la tumba”, asegura la ex soprano de 62 años. Tanto ella como el resto de jubilados de Grecia pueden sacar hoy algo de dinero, a pesar del cierre de bancos y control de capitales que rige desde el lunes.Seguir a @Mundo_ECpe!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Polina está convencida de que la Unión Europea (UE) quiere reducir las pensiones griegas a 300 euros mensuales (332 dólares), aunque se pregunta como quiere hacerlo en un país en el que hay que pagar 390 euros al mes por la electricidad. En su caso, con los 800 euros que cobra de pensión debe mantener a dos hijos adultos que no tienen trabajo.
Hasta hace unos años, Masuriou recibía 1.400 euros cada mes. Para ella está claro: en el referéndum del domingo votará “no” a las propuestas de recortes de los acreedores. En su opinión, el culpable de la situación no es el actual primer ministro sino los gobiernos anteriores. El actual gobernante, Alexis Tsipras, es el primer político “que ha intentado ayudar a la gente”.
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Fotos: AP / Reuters
Mientras Atenas y los acreedores siguen con su tira y afloja, los bancos abrieron sus puertas en el tercer día de “corralito”, aunque solo para los pensionistas. Muchos de ellos no tienen tarjetas bancarias, la única forma en que los griegos están pudiendo retirar un máximo de 60 euros díarios desde el lunes. Por eso hasta el viernes los jubilados podrán sacar efectivo en los bancos, pero un máximo de 120 euros, que debe durarles hasta el lunes, cuando en principio deberían reabrir las sucursales.
Los efectos del control de capitales ya se dejan sentir en el comercio. En un restaurante gyros de Kallithea, en la periferia de Atenas, aseguran que la clientela se redujo en un 10%, mientras que una tienda de bricolaje del barrio de Monastiraki cuentan que la caída fue del 90%. La gente tiene que comer y renovar la casa puede esperar.
A primera hora del día se formaron largas filas de pensionistas ante los bancos en todo el país y surgieron algunos tumultos por la decisión de muchos bancos de llamar a los clientes en orden alfabético.
Según las estadísticas, por cada pensionista hay dos trabajadores griegos. Por otro lado, debido al elevado desempleo en muchos casos la pensión de los jubilados es el único ingreso de toda una familia.
Tras los profundos recortes de los últimos años, los pensionistas griegos perdieron más de 30% de sus ingresos. En la actualidad la jubilación media es de 664,69 euros y los ingresos del 44,8% de los pensionistas están por debajo del límite de la pobreza.
Pero no todos los pensionistas están convencidos de que el gobierno de Tsipras mire por sus intereses. “Este gobierno es una basura”, afirmó Konstantin P., antiguo capitán de buques de carga. Aunque con 1.500 euros su pensión es muy superior a la de muchos de sus compatriotas, también él acudió hoy a retirar sus 120 euros en un banco del centro de Atenas.
En su opinión, el mayor error fue haber introducido el euro, más aun teniendo en cuenta que se hizo en base a datos económicos falsos. Pero tampoco cree que la solución sea volver al dracma. “Necesitamos una gran coalición de unidad nacional que crea en el euro”.
Fuente: DPA