Madrid. La infanta Cristina, hermana del rey Felipe VI, será juzgada como imputada por dos delitos fiscales en un caso de corrupción en el que está implicado su esposo, Iñaki Urdangarin, por lo que podrá ser objeto de acusación e ir a juicio. Sin embargo, no tendrá que ir a juicio por blanqueo de capitales (lavado de dinero).
Se trata del “caso Nóos”, una fundación sin ánimo de lucro presidida por Urdangarin a la que supuestamente fueron desviados varios millones de euros de dinero público a mediados de la pasada década.
Según explica el diario “El Mundo”, de los posibles escenarios, este resultado es el más complicado para Cristina ya que la infanta tiene pie y medio en el banquillo de los acusados, pero aún tiene una mínima esperanza de que se le aplique la llamada doctrina Botín.
El juez no está obligado a aplicar esta doctrina que permite a un imputado por delito fiscal librarse de ir a juicio si no hay acusación pública o particular. Recordemos que en el caso de la infanta ni la Fiscalía ni la Abogacía del Estado Español, ni tampoco la Hacienda acusan a la infanta. La acusación la planteó el grupo Manos Limpias.
En el sumario están imputados Iñaki Urdangarin y su exsocio Diego Torres, por la presunta desviación entre 2004 y 2007 de 6,1 millones de euros de fondos públicos a través del Instituto Nóos.
El juez sostenía que los ingresos “ilícitos” procedentes del lucro obtenido por Nóos fueron ingresados en una sociedad llamada Aizoon, cuya propiedad compartían a partes iguales la infanta y su esposo.
El juez sospechaba que Aizoon era una pantalla para eludir algunos pagos a la Hacienda española.
Fuente: (EFE/El Comercio)