Daisy Osakue es una atleta italiana de origen nigeriano, campeona de lanzamiento de disco con 22 años y la segunda víctima de racismo en Italia en menos de 24 horas. La madrugada del lunes, cuando volvía a casa sola, fue atacada con huevos por un grupo de sujetos desde un automóvil. Ella fue impactada en uno de sus ojos provocándole una lesión en la córnea, por la que tuvo que ser operada, informa el diario español “El País”.
Osakue asegura que sus atacantes buscaban como víctima a una persona de color, aunque no recibió insultos xenófobos. En declaración a medios locales dijo: “¿Quién sale con huevos en la mano a esas horas? Ya he sido víctima de racismo en otras ocasiones, pero hasta ahora habían sido solo ataques verbales. Cuando se pasa a la acción significa que se ha sobrepasado un muro”.
Ya son más de una decena las víctimas de agresiones racistas y xenófobas en el último mes y medio en Italia. El presidente Sergio Mattarella denuncia que su nación no puede volverse en “el salvaje oeste”, mientras la oposición ya habla de “alerta de racismo”. Mientras que desde el Gobierno, la Liga -acusada de xenófoba- salió al frente para negar todo tipo de acusaciones y poder así seguir persiguiendo la inmigración en masa.
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Para el Gobierno no existe una situación de emergencia como tal. “La alarma racismo es un invento de la izquierda, los italianos son buenas personas, pero su paciencia se ha acabado. Yo, como ministro, trabajo desde hace 58 días para dar seguridad y serenidad a nuestras ciudades”, dijo el ministro del Interior, Matteo Salvini, quien criminalizó ciertos casos de inmigración.
En declaración para el diario “La Repubblica”, la ministra de Asuntos Públicos, Giulia Bongiorno, también de Liga, dijo que “la única alarma es la del caos que nace de las decisiones equivocadas y discriminadas de la apertura de las puertas a cualquier tipo de inmigración”.
La noche anterior a la agresión de Osakue, un marroquí de 43 años fue perseguido por dos sujetos a bordo de un automóvil hasta sacarlo de una carretera de Aprilia, una localidad cerca de Roma, con la excusa de que era un ladrón. Ellos se acercaron hasta el vehículo, siniestrado, para sacar a su víctima y golpearlo. Autoridades aún se encuentra a la espera de la autopsia para determinar la muerte del africano.
El marroquí pasó por la calle de sus agresores junto a un acompañante, que huyó. Ellos, italianos de 43 y 46 años de edad, creyeron que eran ladrones que merodeaban. Los sujetos, y otros vecinos, llamaron a la Policía, pero antes que llegara una patrulla decidieron “hacer justicia”. Para cuando las autoridades llegaron, la víctima yacía muerta. Se verificó sus antecedentes: hurtos menores.
En todo Aprilia se han denunciado cuatro robos en lo que va del año. Todos ellos a vehículos estacionados sin pasajeros. Los acusados de homicidio preterintencional fueron expuestos como culpables por los Carabinieri luego de verificar los hechos, pese a que ellos no admitieron su culpa.