De Alberto Solá Jiménez se sabe poco, casi nada. Un medio español, hace un par de años, afirmó que era camarero en Cataluña. No obstante, no hace falta ser un erudito para saber que él no creció con las abundancias de la familia real. A pesar de ello, es agradecido con la familia que le abrió los brazos.
“Viví en una familia humilde, nunca me negaron mi caprichos. Mis padres no tenían nada (…)” afirmó Alberto a la revista española “Jet Set” en una entrevista en 2012.
Afirma que no es que se sienta el hijo del rey. “Me lo dicen… historiadores, periodistas, gente que me ve en la calle, si soy el clavao (idéntico)”.
Alberto Solá Jiménez nació en la maternidad de Barcelona. Cuenta que unas enfermeras lo arrebataron de los brazos de María Bach, su madre. Sus primeros cinco años los pasó en Ibiza. En 1961, retornó a Barcelona y tres años después, una pareja de campesinos lo adoptó, desde entonces, lleva el apellido Solá Jiménez.
Solá fue creciendo y con él sus ganas de averiguar de dónde venían sus orígenes. Por más que trató de recuperar su partida de nacimiento, aseguró que encontró muchas irregularidades que hicieron imposible su objetivo.
“Había dos partidas de bautismo diferentes, de dos libros distintos, cosa que en España es imposible. Por otra parte, en la época de Franco, cuando yo nací, no se podían eliminar los apellidos de la madre biológica de un niño adoptado. Pero Franco intervino para que se pusieran los mismos apellidos de mis padres adoptivos”, declaró a un medio español.
Entonces, cuando todo parecía ir de mal en peor, encontró otra forma de llegar a la verdad: solicitó un servicio de detectives y a finales de 1990 descubrió que su madre era María Bach Ramón, la cual provenía de una importante familia de banqueros de Cataluña. Bach conoció al entonces príncipe Juan Carlos en un viaje que aquel hizo a Barcelona, en tiempos donde el futuro rey hacía servicio militar en la academia militar de Zaragoza.
En el 2001, Alberto consiguió imponer una demanda para conseguir su documentación de nacimiento. Es así que un juez de los tribunales de Barcelona le enseñó páginas atiborradas, donde le revelaron que él nació con nombre Alberto Bach Ramon.
Su partida tenía un distintivo que decía “chupete verde”. Solá consultó a historiadores y todos concluyeron en lo mismo: se trataba de una mención que se hacía a los hijos de la realeza. Sus sospechas parecían hacerse tangibles.
Estas se confirmaron cuando Ingrid Sartiu, quien tenía la misma inquietud de si su padre era el rey Juan Carlos, lo encontró por internet y ambos decidieron hacerse el examen de ADN, el cual reveló que existe un 91% de compatibilidad entre ambos.
DEMANDA DE PATERNIDADSin que se hayan cumplido tres semanas desde que el rey Juan Carlos quedó aforado ante el Tribunal Supremo de España, a la corte ha llegado una demanda de paternidad contra el ex monarca, de 76 años. Se trata de la querella de Alberto Solá Jiménez.