La canciller alemana Angela Merkel ha vuelto a presentar temblores en un acto público. Ha sido la tercera vez en menos de un mes. La primera fue el 18 de junio en Berlín, en plena ceremonia de honores militares, mientras recibía al flamante presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski. Aquella vez se achacó el episodio al intenso calor que reinaba en la capital alemana y a que Merkel estaba deshidratada.
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Nueve días después, el 27 de junio, se repitieron los espasmos mientras Merkel escuchaba un discurso del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, a propósito de la juramentación del ministro de Justicia.
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Hoy, durante la ceremonia de los himnos en la recepción al primer ministro de Finlandia, Antti Rine, la canciller germana volvió a sacudirse, si bien no de manera tan notoria como la primera vez.
La inquietud por el estado de salud de la mujer más poderosa del planeta es perfectamente comprensible. El neurólogo Pablo Zumaeta, de la clínica Ricardo Palma, nos ayuda a entender qué le puede estar ocurriendo.
- ¿A qué pueden obedecer los temblores de la señora Merkel y qué habría tras ello?
Los dos tipos de temblores más comunes o frecuentes son el temblor postural y el temblor de la enfermedad de Parkinson. El postural no es el de la señora Merkel porque, como su nombre indica, este ocurre cuando la persona trata por ejemplo de poner azúcar en su café o té y le tiembla la mano al momento de realizar la acción. Es lo que tenía el expresidente Belaunde Terry. Ella, en cambio, está parada y con el cuerpo en reposo, siente que le viene el temblor y trata de controlarlo cogiéndose los brazos.
- ¿Es el temblor de Parkinson entonces?
El temblor de la enfermedad de Parkinson puede ocurrir cuando la persona está en reposo, pero generalmente es unilateral. Una mano empieza a temblar más que la otra, es raro que empiecen las dos a la vez y, más raro todavía, que lo hagan las dos más el cuerpo, como le viene ocurriendo a la canciller.
- ¿Así pues, descartado el Parkinson?
Además, el Parkinson se asocia muchas veces con una disminución de la capacidad de hacer gestos con la cara, esta se pone rígida como una máscara. Pero nosotros vemos que ella habla bien y camina bien. La persona con Parkinson camina lento, ella lo hace a un ritmo normal.
- ¿Si no es temblor postural ni Parkinson, qué puede ser?
Tiene que ser alguna enfermedad del sistema nervioso que no solo sea estrés y que tendría que ser chequeada. Es indudable que algo tiene y que le va a seguir sucediendo mientras no averigüen qué cosa es.
- Ella y el gobierno han dicho que los episodios subsiguientes al primero se explican como una reacción de ansiedad al recordar el temblor inicial. ¿Es ello médicamente sustentable?
Eso no es cierto, es una explicación oficial para mantener su imagen saludable de estadista y mujer poderosa. Veo difícil que ella se estrese, insisto en que no parece ni Parkinson ni temblor postural. Tienen que hacerle un chequeo minucioso, pues debe ser alguna otra enfermedad del sistema nervioso. Dios quiera que no sea de tipo degenerativo, ya lo sabremos.
- Que Merkel insista en que no hay motivo de preocupación…
Si fuera mi hermana, no dude de que le diría que fuera a chequearse. Algo le puede estar empezando, hay cuadros de movimientos involuntarios que son el inicio de una enfermedad mayor, habrá que esperar.
- “Conviviré un tiempo con esto. Así como me viene, algún día se irá”, ha dicho Merkel. ¿Es así?
Esto no es un resfriado, no es que venga y que luego se vaya a ir. Ella sabe que eso que está diciendo es una declaración meramente política, que está sana y que no hay que preocuparse. Pero definitivamente no es así.