Hoy se cumplen 25 años del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el peor ataque terrorista en la historia de ese país, en el cual murieron 85 personas y cerca de 300 resultaron heridas.
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Una de las víctimas mortales fue Cristian Degtiar, un joven de 21 años que trabajaba en la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), una ONG que agrupa a 140 instituciones judías en ese país. Entre ellas, evidentemente, estaba la AMIA.
“Cristian cursaba el tercer año de abogacía. Él no iba a trabajar en ese horario porque tenía clases en la facultad. Pero era el primer día de las vacaciones de invierno y tuvo que entregar un trabajo extra. Le tocó estar en un horario y un lugar equivocado”, cuenta en una llamada telefónica con El Comercio Olga Degtiar, madre de Cristian y miembro de la Asociación 18J-Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA.
“En estas fechas es mucho más doloroso hablar del tema, porque nos damos cuenta del vacío que tenemos”.
- Sobre todo sabiendo que es un proceso abierto y sin mayores luces de resolverse. ¿Usted siente que se ha logrado algo en estos 25 años?
No. Yo digo que no hubo intención política de esclarecer el atentado. Realmente han hecho un circo de todo. El primer juicio comenzó hace 15 años. Después de tres años y medio de ir a las audiencias y ver a quienes creíamos que eran los asesinos de nuestros hijos, quedaron todos libres y se perdieron 10 años en los que se pudo investigar como correspondía.
Hace 3 años querellamos al juez, los fiscales, al expresidente Menem y a todos los que intervinieron para que se lleve a cabo el primer juicio que no sirvió de nada. Querellamos al juez Juan José Galeano pidiendo 20 años de prisión y la sentencia final fue de 6 años. Los fiscales Eamon Müllen y José Barbaccia fueron retirados del proceso.
Todos ellos son responsables de que lleguemos a 25 años sin que nadie esté preso, sin ningún culpable, sin ningún responsable. Aunque se dice que son los iraníes los que organizaron y ejecutaron el atentado, los que hicieron que no se llegue a saber la verdad es la corrupción local. La justicia argentina no es independiente, es corporativa y han politizado la causa.
Es terriblemente doloroso haber luchado por 25 años, haber entregado todo para llegar a la verdad y que ni siquiera se sepa quiénes son los responsables de la conexión local. Porque sin apoyo local este atentado no se pudo llevar a cabo.
- El fiscal a cargo del caso, Sebastián Basso, dijo hace unos días en entrevista con “La Nación” que el libanés Salman Salman fue el coordinador local. Además, confirmó la participación del Gobierno Iraní. ¿Qué cree usted?
La realidad es que la verdad no se sabe. Nosotros teníamos la versión del fiscal (Alberto) Nisman, según la cual todo el Gobierno Iraní en 1994 era responsable. Ahora aparece este Salman Salman del que nunca hemos escuchado. Me gustaría saber quién investigó eso y qué hay de verdad. Después de tanto ya no creemos en nadie. Eso es lo que pasa.
- Entiendo, están hartos...
Claro, si se han burlado de los familiares. Nosotros teníamos una relación directa con los fiscales, recurríamos a ellos para saber cómo iba la investigación y nos vendían cualquier cantidad de 'espejitos de colores' (ilusiones). En el primer juicio descubrimos que nos engañaron todos. En el último juicio, las instituciones no querellaron a los fiscales, el Ministerio de Justicia no los acusó. Acá cada uno acomoda las cosas como quiere. Por eso nunca sabremos la verdad. Seguimos luchando, pero la verdad es muy difícil de alcanzar.
Después de 25 años en los que han enredado tanto el caso, es muy difícil poder saber la verdad. ¡Qué casualidad que salga (la noticia sobre Salman Salman) días antes de un nuevo aniversario! Siempre antes del 18 de julio alguien aparece, pero nunca se sabe si es real o no.
También se discute la ley de enjuiciamiento en ausencia, para procesar a los iraníes que no son extraditados. Pero eso no es aplicable al atentado a la AMIA porque las leyes no son retroactivas, entonces de qué sirve para esto. Quieren demostrar que luchan por la verdad, pero la verdad es que quieren cerrar la causa. Es armar un circo, declararlos culpables (a los acusados iraníes) y de esa manera nadie va a ir preso porque no los van a extraditar. Solo buscan terminar con la causa del atentado, a pesar de que nosotros no lo vamos a permitir.
- Hay familiares que denunciaron haber sido perseguidos por la Policía Argentina, ¿le sucedió a usted?
A mí no, pero a un compañero que hacía declaraciones públicas y lo tomaban como algo político sí. Siguieron a su hijo, a él lo amenazaron. En este momento no integra nuestra agrupación, se retiró, pero sí sabemos perfectamente de lo que sucedió.
Nos enteramos (en setiembre del 2007) cuando fuimos a la sede de la ONU, en Nueva York, cuando Nestor Kirchner pidió apoyo a los países para reclamarle a Irán que colabore con la investigación del atentado.
Recibimos la noticia de que habían llamado a la casa de nuestro compañero diciéndole que lo estaban investigando. Era una amenaza. Anteriormente siguieron a su hijo y luego tuvo que andar custodiado por mucho tiempo.
- Menem, Cristina Fernández, Macri... ¿por qué todos los gobiernos de estos 25 años querrían cerrar la causa y no buscarían llegar a la verdad?
Porque la justicia argentina no es independiente. Todos se deben favores, unos a otros. Ninguno hace nada en contra del otro. Antes de que empezara este último juicio (contra Galeano, Menem y otros) sabíamos que una de las juezas no iba a acusar a los fiscales porque su esposo era íntimo amigo de Barbaccia, uno de los acusados. El actual ministro de Justicia no querelló a los fiscales porque eran sus amigos. ¿Qué esperanza podemos tener si la justicia no los procesa? Es una vergüenza, es muy doloroso.
- En el 2013 el Gobierno de Cristina Fernández e Irán enrumbaron hacia el Memorándum de Entendimiento. ¿Cómo tomaron ustedes esto?
Cuando surgió el tema del memorándum los tres grupos de familiares nos reunimos con (el excanciller Héctor) Timerman. Por lo menos nosotros nos ilusionamos, porque creíamos que era la última posibilidad que teníamos de saber la verdad. Creíamos en la investigación de Nisman y teníamos esa luz de esperanza de que alguno de los acusados se quebrara y dijera algo. Que sucediera lo mismo que con Adolfo Scilingo, que se quebró en España y declaró su papel en la dictadura militar. La AMIA y la DAIA aprobaron en ese momento el acuerdo. Nosotros le preguntamos a Nisman y él nos dijo que sigamos adelante, que él nos iba a acompañar. El Senado también lo aprobó.
Pero a la semana salió Nisman diciendo que era anticonstitucional. Ahora culpan a Cristina de negociar con Irán y se ha ensuciado el nombre de los familiares que aprobamos el acuerdo diciendo que negociamos con la sangre de los muertos.
Eso fue muy doloroso, mi esposo tuvo un pico de presión y se descompensó, lo tuvo que atender una ambulancia. Se convirtió en hipertenso tras escuchar algo tan doloroso como que negociábamos con la sangre de nuestro hijo. Nosotras lo apoyamos de buena fe, yo no tengo ninguna prueba de que hubiera encubrimiento o negociados.
Yo aún siento que hubiera sido una posibilidad de conocer la verdad. Solo queríamos saber si los iraníes eran los verdaderos responsables o si todo fue armado. O saber si fue un pase de factura a Menem porque no le vendió tecnología nuclear a Irán y luego mandó tropas al Golfo Pérsico y esto fue una venganza, eso es lo que yo supongo.
Yo no voy a recuperar a mi hijo pero necesito saber la verdad para encontrar la paz y saber que mi hijo descansa en paz.