El Gobierno Argentino indicó hoy que no ha provocado la fuerte devaluación que registró el peso en la víspera, cuando tuvo su peor caída en doce años con el consentimiento del Banco Central.La entidad ha intervenido por año diariamente en el mercado para evitar bruscos movimientos de la moneda local, pero el miércoles no tuvo participación en la plaza, lo que asombró a los operadores.El jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, dijo a periodistas que la caída de la moneda, de un 3,3% para acumular en el año un retroceso del 8,43%, se debió a las fuerzas de la oferta y la demanda.“No ha sido una devaluación inducida por el Estado, en definitiva para aquellos amantes del libre mercado, la oferta de divisas es la que se expresó ayer en el mercado de cambios”, afirmó.El mercado cambiario es regulado por el Gobierno a través de un estricto control de cambios que impuso a fines del 2011 para frenar una fuga de capitales. Las empresas autorizadas para adquirir divisas en la plaza, mayormente para operaciones de comercio exterior, deben contar con una autorización de la agencia impositiva estatal.En cambio, los ahorristas e inversores que quieran protegerse de la alta inflación en el país debe adquirir divisas en el mercado negro, donde el peso vale un 70% menos.
Supera límitesLa moneda argentina superó el miércoles en el mercado interbancario la barrera psicológica de 7 unidades por dólar para cerrar a 7,12. Este fue el peor retroceso del peso desde al menos el 2003, cuando el país comenzó a recuperarse de una devastadora crisis financiera.En el mercado negro el peso bajó a 12 unidades por dólar.La caída de la divisa añade presión a los precios en el país sudamericano, que registra una de las tasas de inflación más altas del planeta. Este año se espera que supere el 30%.Luego de mantenerlo artificialmente fuerte por años, el Gobierno Argentino ha acelerado desde mediados del año pasado la depreciación de la moneda local para mejorar la golpeada competitividad de las exportaciones por la inflación.