Buenos Aires. La familia del activista Santiago Maldonado, cuyo cadáver fue hallado en un río en octubre de 2017 tras estar 78 días desaparecido, repudió que la Justicia de Argentina haya sobreseído al gendarme Emmanuel Echazú, único imputado en el caso, y aseguró que apelarán hasta llegar a la Corte Interamericana.
“No hay nada que indique que tendría que haber cerrado la causa. Vamos a apelar. No es un cierre definitivo, sino que pasamos a otra instancia”, expresó Sergio Maldonado, hermano de la víctima, en una entrevista en una radio local.
Para la familia, el juez encargado de la investigación, Gustavo Lleral, recibió presiones del Gobierno para cerrar la causa, algo que ya fue negado por el propio magistrado.
Maldonado adelantó que apelarán hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) para que la causa no quede cerrada.
El jueves pasado, Lleral, a cargo del Juzgado Federal N° 2 de Rawson, de la sureña provincia de Chubut, dictó sentencia en la causa en la que se investiga lo ocurrido el 1 de agosto de 2017, durante la manifestación de una comunidad mapuche en la que desapareció el joven.
El juez dictó el sobreseimiento “total y definitivo” de Echazú, oficial del Escuadrón N° 35 “El Bolsón” de la Gendarmería Nacional Argentina, con relación al delito de “desaparición forzada”.
Desde su desaparición, tanto su familia como organismos humanitarios y sociales atribuyeron a ese cuerpo policial la responsabilidad de su muerte, pese a que los resultados de la autopsia determinaron que Maldonado murió por ahogamiento en las aguas del río Chubut.
“Mientras el tiempo transcurría sin que hubiera una respuesta, se tejieron las más diversas conjeturas sobre la desaparición de Santiago. Recorrieron el imaginario colectivo las más variadas hipótesis de sucesos fantasiosos, desprovistos de toda realidad”, explica el juez en su resolución.
El magistrado critica que todo aquello se diera “sin importar, por supuesto, las heridas de los familiares y de quienes sentían a Santiago de manera cercana a sus vidas”.
“La verdad se mostró sencilla, sin fascinaciones. Santiago estaba en el lugar donde lo vieron por última vez. Allí, él, solo, sin que nadie lo notara, se hundió, en ese pozo en el que minutos antes Lucas Ariel Naiman Pilquiman había evitado caer cuando se propuso cruzar el río luego de animar a Santiago a realizarlo”, agregó Lleral.
“En ese lugar murió ahogado, sin que nadie pudiera advertirlo, sin que nadie pudiera socorrerlo. Ni los gendarmes que los perseguían en medio del operativo, ni los miembros de la comunidad a la que Santiago fue a apoyar en sus reclamos”, puntualizó.
Para el juez, “la desesperación, la adrenalina y la excitación naturalmente provocadas por la huida”, así como la “profundidad del pozo, el espeso ramaje y raíces cruzadas en el fondo; el agua fría, helada, humedeció su ropa y su calzado hasta llegar a su cuerpo”.
Es así que “tal como se hundió”, sin que ninguna persona lo advirtiera, “emergió en el mismo lugar, en el remanso del río donde se había escondido y se había producido su sumersión”.
En medio de la fuerte polémica que se dio en el país desde que se denunció su desaparición hasta que apareció el cuerpo, ya que los organismos denunciaban que el Gobierno de Macri había hecho desaparecer a Maldonado, se presentó en forma espontánea ante la Justicia el agente Echazú, para ponerse a disposición de la investigación.
“La verdad le ganó al relato. La Justicia cerró la causa por la desaparición forzada de Santiago Maldonado y absolvió al gendarme Emmanuel Echazú. Mintieron, quisieron engañar a la sociedad y generar miedo; hoy logramos dar un paso más hacia la Argentina de la ley y la verdad”, expresó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tras la decisión de Lleral.
El caso, que ya en su momento llegó hasta la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que pidieron respuestas al Gobierno, queda cerrado ahora por la decisión de Lleral, y la abogada de la familia de Maldonado, Verónica Heredia, ya ha adelantado que planean llevarlo a la Corte IDH.
Fuente: EFE