El candidato de ultraderecha Jair Bolsonaro volvió a sugerir la creación de campos de refugiados para acoger a los venezolanos que llegan a Brasil, días después de cuestionar el papel de la ONU.
Bolsonaro, segundo en las encuestas de intención de voto de cara a las elecciones presidenciales de octubre, ya había propuesto la creación de campos de refugiados el pasado marzo y lo reiteró este viernes, tras las tensiones registradas el pasado fin de semana en la frontera con Venezuela.
“Brasil no puede ser un país de fronteras abiertas. La cuestión de acoger a los venezolanos es una cosa. Creo que se puede buscar a la ONU para que cree campos de refugiados para atenuar el problema” en la región, afirmó el candidato a la presidencia en una rueda de prensa en Sao José do Río Preto, interior de Sao Paulo.
El capitán de la reserva del Ejército llegó a proponer recientemente la salida de Brasil de la ONU, pero rectificó posteriormente y admitió que sólo sería del Consejo de Derechos Humanos de la organización.
En la rueda de prensa, Bolsonaro aseguró que “respeta los derechos humanos de quien realmente está en una situación crítica” y señaló que la violencia de ciudadanos brasileños contra campamentos de venezolanos en la ciudad fronteriza de Pacaraima fue la “reacción de un pueblo” al que el gobierno continúa “dando la espalda”.
El pasado sábado las tiendas y las pertenencias de decenas de venezolanos fueron incendiados por moradores de Paracarima, una pobre ciudad del estado de Roraima (norte) que recibe diariamente la llegada de cientos de inmigrantes que huyen de la crisis social y económica de Venezuela.
El gobierno de Roraima solicitó el cierre de la frontera y la restricción del acceso de venezolanos, pero el gobierno federal se opuso y reiteró que es “ilegal”.
Bolsonaro tiene en torno a un 20% de las intenciones de voto, que lo sitúan en segundo lugar por detrás de Luiz Inácio Lula da Silva (alrededor de 40%), preso por corrupción y cuya candidatura puede ser vetada por la justicia electoral.
El candidato ultraderechista, que acumula un largo historial de declaraciones machistas, homofóbicas, racistas o que, según muchos, incitan a la violencia, ha endurecido su discurso en el inicio de campaña.
En los últimos días, aseguró que expulsará del país a los médicos cubanos que trabajan en las zonas más pobres del país en el marco de acuerdos de cooperación, que acabará con la financiación pública a entidades de derechos humanos, e insistió en que liberará la venta de armas para que la sociedad “se defienda” de la delincuencia.
Fuente: EFE