Mientras en los interiores del Arena Corinthians, en Sao Paulo, se jugaba el segundo tiempo del Brasil vs. Croacia, en Belo Horizonte un grupo de manifestantes, llenos de indignación y adrenalina, lograban voltear un auto policía. Aún no terminaba la jornada inaugural del mundial y un tercer foco de protestas se registraba en el país de la Copa.
“Abajo la Copa”, decía una de los carteles que llevaban los manifestantes, quienes salieron corriendo cuando la policía comenzó a cercarlos. Un escuadrón de guardias apoyados de camionetas y helicópteros ingresaron a la avenida Alfonso Pena, zona céntrica de tiendas y bancos, como si se tratara del operativo en una favela.
Los manifestantes no solo voltearon y destrozaron un patrullero, también rompieron persianas y vitrinas en algunas tiendas y sucursales bancarias de la avenida Joao Pinheiro. La zona más afectada por este vandalismo fue en la céntrica Plaza Siete de Septiembre, indicó AFP.