Luego de los dos terremotos, de 8,2 y 7,6 grados en la escala de Richter que han azotado el norte de Chile, muchos comerciantes aprovecharon la catástrofe para subir excesivamente los precios de los productos de primera necesidad.
Los pobladores denunciaron que los bidones de agua estaban siendo vendidos hasta en 200 dólares, según la agencia DPA.
A esto se suma que las velas se están vendiendo a 2 dólares cada una y el kilo de pollo cuesta 10 dólares, de acuerdo con el diario chileno “El Mercurio”.
Una mujer, identificada como Eliana Zárate, también se quejaba de que los cigarrillos cuestan mucho más caros. “Hasta 10 dólares cobran por la cajetilla de cigarros los sinvergüenzas. Ellos se aprovechan de la desgracia de todos. Andamos todos traumados, trancados y enfermos de los nervios con esto y ellos más encima hacen eso”, reclamó.
Ante esta situación, la Fiscalía chilena ordenó a la policía detener a los vendedores que cometan este delito. “(La especulación) nos parece intolerable”, dijo el fiscal regional de Tarapacá, Manuel Guerra, quien señaló que la ley permite incluso confiscar los bienes que sean comerciados con sobreprecios, como el pan que es vendido a 6 dólares el kilo.
“Llamamos a la comunidad a que no toleren este tipo de abusos, que son delito. Los carabineros recibirán la denuncia, y ante el delito flagrante están en la obligación de detener”, añadió.
Asi supermercados de #Arica la gente compra agua ya que exuste un rumor de un corte general x 2 dias @RNE_Arica_XV pic.twitter.com/mP4lTHrfE7— Roberto Burton (@yayoburtonv) abril 3, 2014
En medio de la catástrofe, que dejó seis muertos y unas 2.500 viviendas inhabilitadas, la presidenta Michelle Bachelet recorrió la zona en helicóptero, ante la imposibilidad de llegar por tierra a los poblados más alejados del altiplano.
El ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, garantizó la pronta restitución de los caminos y aseguró que fue restablecida la conectividad terrestre con Iquique, la ciudad más golpeada por los movimientos sísmicos.