Santiago de Chile
Chile empezó este miércoles, bajo autorización oficial, el cultivo de las primeras semillas de marihuana para uso medicinal en un terreno del municipio de La Florida, en el sur de Santiago. Se trata del primer cultivo medicinal autorizado en América Latina.
La plantación se inició con la puesta en germinación de las semillas de cannabis que luego serán plantadas en La Florida, explicó la AFP.
El lugar de cultivo, cuya ubicación se mantiene en reserva por petición de la alcaldía, cuenta con fuertes medidas de seguridad como un doble cerco perimetral: primero una valla eléctrica y luego una alambrada de púas.
“Este es el primer cultivo medicinal autorizado de América Latina”, dijo en la ceremonia de lanzamiento de la iniciativa, Ana María Gazmuri, presidenta de la Fundación Daya, dedicada a la promoción del uso medicinal de la marihuana.
“Estamos haciendo historia en el alivio de quienes sufren”, agregó Gazmuri.
Para abril del 2015 se espera la primera cosecha de las plantas, y un mes después la distribución de un aceite especial con extracto de cannabis para unos 200 pacientes oncológicos, previamente inscritos y seleccionados en el programa, quienes lo recibirán gratis.
Los receptores serán sometidos además a un estudio clínico para verificar los alcances de la terapia.
La Alcaldía de La Florida obtuvo el 8 de setiembre pasado el permiso estatal para elaborar el aceite de cannabis. La autorización es solo para el uso medicinal del aceite de marihuana y considera la cosecha de 425 plantas.
En la región, Uruguay aprobó en diciembre una ley que regula el mercado de marihuana, transformando al país en el primero del mundo en el que el Estado controla la producción, venta y consumo de la hierba, aunque la iniciativa aún está en fase de implementación.
La autorización estuvo precedida de polémica en Chile, un país que considera en su legislación a la marihuana como una droga dura, castigada con severas penas.
El gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet se comprometió a rebajar la marihuana de droga dura a droga blanda -lo que reduciría las penas por tráfico y haría más factible el uso medicinal-, mientras que el Congreso tiene previsto analizar un proyecto para despenalizar el autocultivo de marihuana.