La ayuda comienza a llegar a Chile. Tras cinco días del terremoto de 8,2 grados que remeció el norte del país, las Fuerzas Armadas (FACh) iniciaron la entrega de once toneladas de comida y abrigo entre los damnificados de las caletas, pueblos aislados y sectores más necesitados de Iquique, la ciudad más afectada por el sismo.
Junto a los víveres y prendas, llegaron las viviendas de emergencia, las cuales procederán a ser instaladas en los próximos días.
De acuerdo a los medios locales, los aviones de las FACh llegaron con las provisiones a Tarapacá, desde allí partieron trailers repletos con centenares de litros de aceite y agua, miles de kilos de harina, arroz, fideos, kits de comida instantánea, pañales, frazadas y colchonetas, además de los módulos para viviendas de emergencias.
“Es un plan completo que va a significar un gran esfuerzo de todo el Gobierno, de las Fuerzas Armadas y de los municipios. La ayuda humanitaria está llegando desde Santiago y se está comprando directamente en los supermercados de la zona, que están funcionando también. Les dijimos al intendente y al general Arturo Merino que toda la ayuda que se requiera va a estar disponible por parte del Gobierno”, declaró Rodrigo Peñailillo, ministro del Interior.
LAS RÉPLICAS DISMINUYENSi bien la tierra en territorio chileno aún sigue temblando, esto ya no es tan constante como en los primeros días posteriores al terremoto, reportó Emol.
Al día siguiente del fuerte sismo, las réplicas alcanzaron un promedio de una cada seis minutos, produciéndose diez réplicas cada hora. Además alcanzaban niveles superiores a los 5 grados Richter, siendo la más fuerte una de 7,6 grados.
Actualmente el promedio ha disminuido considerablemente, una réplica cada 21 minutos con magnitudes menores a los 5 grados Richter. Sin embargo, los sismólogos advierten que estas réplicas se pueden prolongar hasta por un año o más, considerando que la mayoría de ellas no son percibidas por las personas.