San Salvador [EFE / AFP]. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ingresó este domingo al Parlamento, custodiado por militares y policías, algunos de los cuales también ingresaron al recinto, para dar inicio a una sesión extraordinaria sobre un polémico préstamo para financiar un plan de seguridad contra las pandillas.
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Hablando desde una tarima a seguidores y empleados estatales congregados en las cercanías del Congreso para presionar a los legisladores a aprobar el préstamo de 109 millones de dólares, Bukele dijo: “Les pido paciencia, si estos sinvergüenzas (los diputados) no aprueban esta semana el Plan Control Territorial los volvemos a convocar el domingo (que viene)”.
El crédito, que será usado para el equipamiento del ejército y la policía, es clave para avanzar en el plan del gobierno contra las violentas pandillas.
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Momentos antes de hacer el ultimátum, Bukele ingresó en un hecho insólito al estrado que normalmente ocupa la directiva del Congreso en el salón de sesiones y se dispuso a orar: “La decisión que vamos a tomar ahora la vamos a poner en manos de Dios. Vamos hacer una oración”, dijo.
Luego se paró, salió del recinto y se dirigió a sus seguidores afuera del Congreso, a quienes aseguró que durante su oración Dios le dijo que tuviera “paciencia” con los legisladores. Desde su llegada al poder en junio de 2019, Bukele gobierna con una minoría en la Asamblea unicameral.
Cuando el mandatario se presentó al recinto, el Parlamento estaba inusualmente custodiado por efectivos militares provistos de chalecos antibalas y fusiles de asalto M-16.
El hecho se produjo a pesar de que el presidente de la Asamblea, Mario Ponce, había convocado el sábado a los parlamentarios a sesionar sobre el polémico préstamo el lunes, luego de que fracasara esa noche un intento de celebrar una sesión extraordinaria.
El viernes surgió una confrontación entre Bukele y el Legislativo, cuando el presidente -apoyado en una resolución del consejo de ministros- llamó a la Asamblea a sesionar de manera extraordinaria el fin de semana para aprobar el préstamo.
El mandatario se amparó en el artículo 167 de la Constitución para hacer el llamado urgente al Congreso, pero la Asamblea le respondió que la convocatoria era “improcedente” porque el mencionado artículo solo prevé llamar a sesión extraordinaria en casos de emergencia nacional.
Bukele entonces llamó a sus seguidores a apelar al derecho constitucional a la insurrección para reclamar a los parlamentarios por desatender la orden del consejo de ministros.
Este domingo, la Unión Europea expresó en un comunicado la “gran preocupación” que ha causado el “enfrentamiento” entre las instituciones salvadoreñas.
Y la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) pidió el “retiro de las Fuerzas Armadas” del recinto legislativo, entre otras medidas, para desactivar la crisis.
Las pandillas son responsables de gran parte de la violencia en El Salvador, uno de los países sin guerra más violentos del mundo, con un promedio anual de 35,6 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2019
FUERZA ARMADA Y POLICÍA A LAS ÓRDENES DEL PRESIDENTE
La noche del viernes, el titular del Ministerio de Defensa, René Merino, reiteró el apoyo de la Fuerza Armada al presidente y afirmó que la institución castrense “cumplirá la ley, aún a costa de nuestras vidas”.
“Estamos esperando órdenes de nuestro comandante general y estamos dispuestos a defender nuestra patria aún a costa de nuestras vidas”, dijo Merino durante una conferencia de prensa.
Por su parte, el ministro de Seguridad, Rogelio Rivas, señaló que la Policía Nacional Civil “espera instrucciones del presidente ante la negativa de los diputados de asistir a la convocatoria constitucional del Consejo de Ministros”.
RESTRICCIÓN A LA PRENSA
La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) publicó en su cuenta de Twitter un video en el que se ve a agentes de la PNC impidiendo desarrollar su trabajo a un equipo de la cadena de televisión Telecorporación Salvadoreña (TCS).
Ante esta situación, la Asociación de Periodistas de El Salvador (Apes) llamó a las autoridades gubernamentales y a las fuerzas de seguridad pública a que “respeten el ejercicio periodístico” y condenó “este tipo de restricciones a la libertad de prensa”, en referencia al vídeo publicado por Fespad.