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Bolivia, uno de los países más pobres de América Latina, tiene actualmente la economía de mayor crecimiento en la región, alimentada por una nacionalización del sector de hidrocarburos que dio abundantes recursos y rédito político al gobierno de Evo Morales. Estos son los aspectos claves de su gestión:
1) LOS HIDROCARBUROS
Morales, quien llegó al poder en enero 2006 con un discurso indigenista y antiestadounidense, hace gala a menudo del efecto positivo que generó su más resonante medida: la nacionalización de hidrocarburos decretada el 1 de mayo de ese año.
Con una fuerza integrada por policías y militares, el Gobierno ocupó en mayo del 2006 las instalaciones y campos petroleros en manos de transnacionales, como la brasileña Petrobras o la española Repsol, y negoció nuevas condiciones de contratos, más favorables para el Estado.
Poco antes una reforma había elevado los impuestos del gas desde un 18% hasta un 50%, medida que fue el punto de partida para que Morales apuntalara su política nacionalista.
De esta forma, la renta petrolera que significaba 673 millones de dólares anuales para las arcas del Estado boliviano en el 2005 se disparó hasta 5.855 millones de dólares en el 2013, según datos de la estatal petrolera YPFB.
2) EL PBI
En el mismo período el Producto Bruto Interno se triplicó de 9.500 millones de dólares hasta 30.381 millones de dólares. El PBi per cápita subió de 1.010 dólares a 2.757 dólares, y el salario mínimo pasó de 72 dólares a 206 dólares.
El nuevo flujo de fondos permitió al Gobierno un fuerte aumento de la inversión tanto en programas sociales como en infraestructura pública.
3) EL CONTEXTO EXTERNO
La política estatista no solo apuntó a los hidrocarburos sino que se extendió a empresas de telecomunicaciones, administradoras de fondos de pensiones, plantas hidroeléctricas, aeropuertos, minería y otros.
Estas nacionalizaciones, que suelen ahuyentar a capitales foráneos, no han tenido ese efecto, según un documento del Ministerio de Economía al que tuvo acceso la agencia AFP.
Bolivia consiguió “en el 2013 US$ 1.750 millones de Inversión Extranjera Directa (IED) neta”, señala el informe de esa cartera, que recuerda que en 1998, durante la ola privatizadora, la IED había alcanzado un pico de 1.024 millones de dólares.
El boom económico “es resultado del excelente contexto externo en el que se ha desenvuelto la economía boliviana”, aseguró a la AFP Armando Méndez, profesor emérito de economía de la estatal Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
4) LOS ANTIGUOS ENEMIGOS
Altas tasas de crecimiento y un clima proclive a los negocios, hicieron que incluso la clase empresarial de Santa Cruz, principal sector opositor a Morales, se volcara paulatinamente en su apoyo.
El crecimiento estimado de 6,5% para EL 2014 colocaría a Bolivia este año como el país de mayor expansión económica en la región, por encima de Ecuador y Colombia, ambos con el 5%.
5) LOS DEFECTOS DE FONDO
Gonzalo Chávez, profesor de economía en la privada Universidad Católica Boliviana subrayó a la ganecia AFP que la economía del país sudamericano puede mostrar virtudes de forma, pero tiene defectos de fondo.
“En una fotografía de la macroeconomía se ve un interesante panorama, con una bonanza económica. Sin embargo habría que preguntarse por una tomografía de la macroeconomía”, dijo el especialista a la AFP, advirtiendo sobre la necesidad de un análisis más profundo sobre la estrategia económica.
En Bolivia la pobreza extrema alcanza a 20% de los más de 10 millones de habitantes.
“Uno ve un país con viejos problemas: sigue siendo exportador de recursos naturales, tiene bajísimos niveles de productividad y una economía informal gigantesca que da empleo a un 80% de bolivianos”, dijo Chávez.
Sobre las inversiones extranjeras, el académico señaló que los 1.750 millones de dólares que arribaron en el 2013 a Bolivia resultan poco respecto a los flujos financieros que beneficiaron a otros países de la región.
“Perú recibe 6.000 millones de dólares de inversiones al año, Chile 8.000 millones de dólares y Colombia 9.000 millones”, graficó Chávez para indicar que Bolivia tiene aún un largo camino por recorrer.