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Montevideo. El pueblo de Uruguay vive una intensa jornada electoral. Desde las 08:00 a.m. (05:00 a.m. en Perú) se abrieron las mesas de votación para elegir al sucesor de José Mujica.
Los dos candidatos que disputarán el sillón presidencial son: Tabaré Vázquez y Luis Lacalle Pou, una contienda que enfrenta a las dos mayores fuerzas políticas en Uruguay.
Tabaré Vázquez: el favorito de izquierda
Con 74 años, es considerado uno de los mejores oncólogos en Uruguay. Llegó al poder en 2004 siendo el outsider de esas elecciones, ahora busca su tercer mandato con la bandera del Frente Amplio (FA).
Menos carismático y más conservador que Mujica, Vázquez presenta más diferencias que similitudes con el actual mandatario. Durante su primer gobierno, Tabaré vetó un proyecto de ley que buscaba legalizar el aborto, el cual a la postre fue aprobado por Mujica.
Un proyecto que sí fue aprobado por Vázquez fue la prohibición a fumar en todos los espacios públicos, restricción que desató fuertes críticas en todo el país.
Sin embargo, estas diferencias con el carismático Mujica no parece trascendental para Vázquez. “El presidente Mujica es como es, yo soy como soy, y creo que cada uno de nosotros tenemos que ser auténticos. Yo no soy igual al presidente Mujica, lógicamente”, declaró a El Observador TV de Uruguay.
Una autenticidad que sumada a su tranquilidad y pausada forma de hablar le valió para ser el primer representante de izquierda en alcanzar el poder. A los 40 años y cuando aún era presidente de un equipo de fútbol, ganó las elecciones municipales de 1990 en Montevideo.
De ganar, se espera que Vázquez continúe dando un fuerte impulso a programas sociales, que durante su primer gobierno mejoraron los índices de desempleo, pobreza e indigencia.El Plan Ceibal, impulsado por él, que entregó una pequeña computadora a cada niño de primaria y parte de los adolescentes en secundaria, fue elogiado e imitado en otros países de América Latina.
Su triunfo no necesariamente significará el continuismo total de la administración Mujica. Vázquez ha dicho que vigilará de cerca la instrumentación de la ley de marihuana para realizar los ajustes que sean necesarios.
Luis Lacalle Pou: La esperanza de los conservadores
La juventud de Lacalle no es sinónimo de poca experiencia, todo lo contrario, el hijo del ex presidente uruguayo utiliza su vitalidad como la principal arma para destronar a la izquierda gobernante.
A los 41 años, Lacalle ha invertido 14 de ellos en la política desempeñándose como legislador. Su forma de hablar, repleta de refranes, el termo con mate que luce en sus avisos publicitarios y la espontaneidad que tiene con los periodistas le ha permitido registrar una impresionante remontada en los sondeos de opinión, llevándolo del 25% a inicios de año al 32% según la última encuesta emitida hoy por Opción Consultores.
Una de las estrategias más llamativas en su campaña es la decisión de alejarse de su padre, el ex presidente Luis Lacalle (1990-1995), vinculado a casos de corrupción y privatizaciones.
Asegura que su carácter está lejos del temperamental joven que en 2007 le tiró un puñetazo a un legislador de Frente Amplio durante una pelea en pleno parlamente uruguayo. Sin embargo, asegura que continúa siendo políticamente incorrecto.
“Mi motivación es ser políticamente incorrecto, el día que tome una decisión por ser políticamente correcto es el día en que ya no sirvo, porque no estoy siendo genuino“, dijo durante una entrevista.
A pesar de su imagen fresca, observadores consideran que el político pertenece a un partido que es de los más conservadores de Uruguay, proclive al libre mercado y representante de una elite que gobernó Uruguay durante la mayor parte de su vida independiente junto con el centrista Partido Colorado.
Entre sus principales diferencias con el actual Gobierno está su discrepancia con la despenalización del aborto y la regulación del mercado de la marihuana.
Fuente: Reuters