Washington. Estados Unidos está “movilizando a socios regionales afines” para ayudar a restaurar la democracia en Venezuela y presionar a presidente del país, Nicolás Maduro, dijo el miércoles el Secretario de Estado Mike Pompeo en declaraciones preparadas.
Pompeo también afirmó que su Gobierno responderá “recíprocamente” a la expulsión de los dos diplomáticos estadounidenses de mayor rango en Venezuela y avisó de que su respuesta podría ser incluso más amplia, aunque no ofreció detalles.
“Hemos recibido una notificación formal, responderemos de manera apropiada, recíprocamente, quizás más que eso, apropiadamente. Continuamos vigilando al régimen de Maduro y su destructivo comportamiento contra el pueblo de Venezuela”, dijo Pompeo durante una comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dio este martes 48 horas para dejar el país al encargado de negocios de EE.UU. en Caracas, Todd Robinson, y a su “número dos”, Brian Naranjo, que ejercía de jefe de la sección política de la embajada.
Maduro, además, acusó a Robinson de participar en una conspiración militar, económica y política, así como de haber “violado la ley internacional de manera descarada”, y dijo tener pruebas que presentará más adelante.
El diplomático rechazó esas acusaciones, postura defendida también por el Departamento de Estado de Estados Unidos que calificó de “falsas” las acusaciones de Maduro.
Adelantándose a la previsible expulsión del encargado de negocios venezolano en EE.UU., Carlos Ron Ramírez, en virtud de la reciprocidad diplomática, Maduro lo nombró este martes viceministro de Relaciones Exteriores para América del Norte y dejó vacante, de momento, el cargo en Washington.
Robinson llevaba menos de un año en Caracas y es el más alto representante de EE.UU. en Venezuela, dado que ambos países no intercambian embajadores desde hace ocho años, producto de la conflictividad que se ha mantenido en las relaciones diplomáticas desde que se inició la llamada revolución bolivariana en 1999.
Estados Unidos, igual que numerosos países, no reconoció la victoria de Maduro en las elecciones del domingo, en las que no participó el grueso de la oposición local por considerarlas fraudulentas.
Al respecto, Pompeo afirmó hoy que Estados Unidos “está imponiendo una nueva presión económica en el régimen de Maduro para ayudar a ese país a regresar a la democracia” y aseguró, además, que está trabajando con “los socios regionales con ideas afines para que hagan lo mismo”.
Justo antes de las elecciones del domingo, Estados Unidos sancionó al “número dos” del Gobierno venezolano, Diosdado Cabello, y el lunes el presidente, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que limita la capacidad del Ejecutivo de Nicolás Maduro para vender deuda y activos públicos en territorio estadounidense.
Fuente: EFE / Reuters