Hugo Marino, representante de la empresa venezolana Servicios Electrónicos Acuáticos (SEA), una de las firmas que presentó ante el Gobierno su propuesta para localizar al ARA San Juan , expresó el domingo su convicción de que los buques que participaron del operativo de búsqueda “pasaron cien veces por arriba” del submarino y no llegaron a detectarlo.
“No es que las marinas de Estados Unidos, Inglaterra o Chile lo hayan hecho mal: lo que pasó es que no se pusieron los equipos adecuados en el agua. Y estoy seguro de que le pasaron cien veces por arriba”, aseguró Marino, en un encuentro que mantuvo en la ciudad de Mar del Plata con familiares de los 44 tripulantes del buque desaparecido el 15 de noviembre pasado.
Ante la inminente contratación lanzada con carácter “urgente” por el Poder Ejecutivo, la reunión entre el empresario venezolano y cerca de 40 familiares se realizó en un hotel de la zona de Playa Grande, a 72 horas de que se realice la apertura de los sobres con las ofertas presentadas.
Esta convocatoria nacional e internacional fue abierta el 17 de abril último, con el objetivo de contratar “un servicio de búsqueda submarina a fin de localizar e identificar al submarino ARA San Juan”.
Marino presentó días atrás formalmente su propuesta a partir de los requerimientos de los pliegos, y aseguró que “con la data adecuada, el submarino tiene que ser hallado”.
En cuanto a la posible ubicación del buque, estimó que “no está muy profundo, porque ellos venían muy lejos de la llamada llanura abisal”. Y aseguró: “Yo no juego a la búsqueda del tesoro; si lo encuentro, lo van a poder ver en fotos: haya habido una explosión o una implosión o lo que fuera, ni la vela del buque ni la hélice pueden haberse desintegrado”.
El empresario detalló que su propuesta prevé el uso de un Vehículo Autónomo Subacuático (AUV), capaz de alcanzar profundidades de hasta 4.000 metros, en un área de 1.600 millas náuticas.El costo total de la operación, cuyo plazo límite estimado es de 100 días, es “cercano a los seis millones de dólares”. Este monto incluye la contratación de un AUV de la firma noruega Kongsberg y la del buque de bandera brasileña Maersk Vega, que actuaría como nodriza del sumergible.
“Si somos la empresa elegida, en cuatro semanas podemos estar en el área de operaciones”, aseguró el empresario, quien desestimó la posibilidad de utilizar el buque Austral, perteneciente al Conicet, porque está en reparación y supondría una demora de casi dos meses.Marino explicó que, en su propuesta, planteó una serie de observaciones respecto de los pliegos: en primer lugar, prevé un anticipo del 10%, lo que no está contemplado en la convocatoria. “Admito que soy el más pequeño de los posibles oferentes con este tipo de tecnologías, y lo cierto es que, sin ese anticipo, me resulta imposible ponerme en marcha”, indicó.
Agregó que le planteó ante el Ministerio de Defensa una objeción respecto del área de 3.355 millas náuticas previstas para la búsqueda, y aseguró: “Llegado el momento, deberían poder discutirse con argumentos sólidos el área a inspeccionar”.Por otra parte, señaló que, en caso de resultar elegida SEA para continuar con la búsqueda, e incluso si otra empresa es la ganadora del proceso, recomendará “la presencia de algún fiscal o veedor judicial a bordo”.“Uno de los errores de la búsqueda es no haber puesto un fiscal o algún veedor argentino sobre los buques, para resguardar la cadena de custodia de las pruebas que pudieran haberse obtenido”, dijo el empresario.En una presentación con filminas y videos que desplegó en su exposición, Marino repasó además ante los familiares los operativos en los que participó SEA, empresa fundada en 1998, con sedes en Caracas y Miami. “El trabajo en cinco naufragios me da el valor moral para decir que lo voy a encontrar. Igual que lo haría cualquier empresa seria que ponga un AUV en el agua”, concluyó.
Fuente: La Nación / GDA