Sao Paulo. El brasileño Joao Teixeira de Faria, conocido mundialmente como Joao de Deus, ha pasado de ser un reconocido “cirujano espiritual” a convertirse en sospechoso de haber abusado sexualmente de cientos de mujeres, en un caso conocido como el “me too” de Brasil.
Este médium, de 76 años, dice que no sabe leer ni escribir, pero asegura que tiene desde su infancia poderes sobrenaturales capaces de realizar “cirugías psíquicas” con sus propias manos y unos pocos instrumentos.
Sus supuestas capacidades curativas recorrieron todos los rincones del planeta hasta el punto de llegar a recibir mensualmente la visita de cerca de 10.000 personas, buena parte de ellas extranjeras, y de algunas figuras importantes, como el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Todos acuden en busca de respuestas a Abadiania, una localidad a unos 100 kilómetros de la capital del país, Brasilia, donde Joao de Deus les recibe desde 1976 en una especie de templo al que llamó Casa Don Ignácio de Loyola.
Hoy le busca la policía para cumplir un orden de prisión preventiva en su contra decretado por la justicia brasileña ante la ingente cantidad de denuncias por abuso sexual recibidas en los últimos días.
Lo que empezó como el testimonio de una decena de mujeres en un programa de televisión del canal Globo, ha desembocado en un escándalo de dimensión internacional.
Muchos lo comparan ya con el movimiento #MeToo de Estados Unidos, pues en apenas una semana la Fiscalía ha recibido al menos 335 denuncias de mujeres, vía e-mail o telefónica, contra el afamado líder espiritual.
La ola de denuncias obligó al Ministerio Público a montar un grupo especializado, formado por una media docena de fiscales, dos psicólogas y una comisaria, para ocuparse solo de este caso.
El fiscal Luciano Miranda es uno de los miembros de ese equipo y afirma a Efe que han atendido denuncias procedentes de “más de la mitad” de los 27 estados Brasil y también de otros seis países: Alemania, Australia, Bélgica, Bolivia, Estados Unidos y Suiza.
“Ahora tenemos que organizarnos para escuchar el máximo número posible de supuestas víctimas”, expresa Miranda y añade que “están buscando todos los medios de prueba posibles”, además de compilar todos los testimonios.
Las víctimas de abusos sexuales protagonizados por otras célebres figuras también se están movilizando para apoyar a las mujeres que denuncian a Joao de Deus.
Es el caso de la abogada Teresa Cordioli, quien denunció públicamente al médico brasileño Roger Abdelmassih uno de los pioneros en reproducción asistida en Brasil y quien fue condenado a 181 años de prisión por abusar sexualmente de pacientes, la mayoría de veces sedadas.
A través de un grupo de Facebook, Cordioli, de 68 años, ha entrado en contacto con siete supuestas víctimas de Joao de Deus, quienes le han narrado como ocurrían los abusos, muchos de los cuales sucedieron con el mismo “modus operandi”.
“Colocaba la mano por detrás, palpaba los senos, ponía la mano de ellas en su pene. Relatan las mismas cosas sin conocerse. (...) Él decía que era la forma de pasar la energía, a través del semen, de pasar la energía a través del orgasmo. 'Yo te estoy curando', decía. Es muy cruel”, reproduce a Efe Cordioli.
“Recomiendo a las víctimas que denuncien”, sentencia.
Su abogado Alberto Toron, uno de los letrados penalistas más conocidos de Brasil, niega todas las acusaciones y ha anunciado que entrará con un recurso “habeas corpus” contra la orden de prisión.
Pero su reinado santero se desmorona un poco más con cada denuncia, cada una más oscura que la anterior.
Una hija del líder espiritual, Dalva Teixeira, de 49 años, afirmó en una entrevista con la revista Veja que fue abusado por su padre desde los 10 hasta los 14 años.
“Mi padre es un monstruo”, asegura.
Su crédito internacional también desaparece. La estrella televisiva Oprah Winfrey retiró del aire el programa que grabó en Brasil en el 2012 con el médium y espera que se haga justicia.
Seguidor de la doctrina fundada a mediados del siglo XIX por el francés Allan Kardec, Joao de Deus se define en su página web como “apenas un hombre” con “defectos” y “limitaciones” porque “si fuera perfecto, no estaría en esta misión en la Tierra”.
“Cada hijo es un diamante raro de creación, pero que necesita ser pulido implicando en dolores y sufrimiento para realizar su superior destino”, escribe el médium, hoy en busca y captura por la Justicia.
Fuente: EFE