Santiago de Chile. El cura irlandés John O'Reilly, de los Legionarios de Cristo, abandonó hoy Chile tras cumplir una pena de cuatro años de libertad vigilada por haber abusado de una niña de 8 años, alumna de un exclusivo colegio de Santiago, del que era asesor espiritual.
O'Reilly, que llegó a Chile en 1984, tejió una red de contactos de alto nivel y aparecía con frecuencia en la televisión, al punto que recibió en 2008 la nacionalidad por gracia, de la que fue despojado en 2015 a raíz del escándalo.
En noviembre de 2014 fue condenado por la Justicia y en 2017 se dictó un decreto de expulsión del país, a concretarse una vez que cumpliera su condena, lo que ocurrió este viernes.
O'Reilly fue notificado oficialmente del cumplimiento de su condena el jueves, lo que le daba un plazo de 72 horas para abandonar Chile, y aunque se comentó que trataría de revertir la orden mediante un recurso de amparo (hábeas corpus), ello no ocurrió.
El cura llegó discretamente al aeropuerto internacional de Santiago y tuvo acceso a los salones VIP para cumplir los trámites antes de embarcarse en un vuelo de Alitalia con destino a Roma.
Le acompañaba Gabriel Bárcena, superior de la congregación para Chile y Argentina.
En un comunicado, la Oficina de Comunicación Internacional de Los Legionarios de Cristo informó que “el director general de la Congregación ha indicado al P. John O'Reilly L.C. que se traslade a la casa de los Legionarios de Cristo en Via Aurelia en Roma, Italia, en cuanto ya no sea requerida su presencia en Chile en relación con su pena civil de cuatro años de libertad vigilada que acaba de terminar”.
“La Legión de Cristo ha colaborado y continuará cooperando con las respectivas autoridades en los procedimientos civiles y canónicos”, añadió la orden católica fundada en 1941 por Marcial Maciel, también condenado por abusos sexuales.
“Como congregación, nos provoca un profundo dolor el sufrimiento que estos hechos han causado”, dijo la orden, en relación con los delitos cometidos por O'Reilly.
“Conscientes del compromiso que tenemos como Iglesia y por nuestra historia institucional, estamos firmemente comprometidos a través de nuestra Política de Ambientes Seguros con el cuidado y protección de cada uno de los niños y jóvenes que participan en nuestras actividades apostólicas, educativas y pastorales”, asegura además el texto.
Fuentes de la congregación dijeron en tanto que O'Reilly no ejercerá en Italia el ministerio sacerdotal público mientras se espera la sentencia de un proceso canónico que se encuentra en curso en el Vaticano.
En Chile la Iglesia católica atraviesa una crisis por casos de abusos sexuales que han salpicado incluso a varios obispos. Según dijeron a Efe fuentes de la Fiscalía, hasta el pasado 5 de noviembre había abiertas 139 investigaciones que implican a 190 personas relacionadas con la Iglesia católica y a 245 víctimas.
A pesar de la condena y repercusiones que ha tenido, O'Reilly ha negado ser pederasta. “No soy pedófilo, por más que esté en el recuerdo”, afirmó hace unos días al canal Chilevisión.
Según un informe psicológico del cura elaborado por Gendarmería, O'Reilly “reconoce actitudes y comportamientos que pudiera haber evitado, así como la exposición a escenarios que configuraron el contexto derivado en la presente causa”.
Agrega que en O'Reilly “se observa identificación y comprensión respecto del daño de la víctima, en relación a reconocer haber omitido la atención a las condiciones contextuales que implicaron el proceso judicial pertinente”.
Fuente: EFE