Matías Caudana había alcanzado hacía siete meses la mayoría de edad cuando fue detenido mientras trabajaba en la fábrica de hielo de su padre. Aquel sábado 8 de octubre del 2016 le incautaron su celular y le encontraron entre sus pertenencias un cigarrillo de marihuana y otros dos gramos de la misma sustancia.
Caudana y su padre están siendo investigados en una causa por narcotráfico. La justicia de Entre Ríos, en Argentina, busca determinar si la fábrica se utilizaba como fachada para la venta de cocaína.
Cuando el adolescente cumplió dos años de prisión preventiva en la Unidad Penal N° 1 de Paraná su vida sentimental comenzó a cambiar. El joven pidió permisos para ver a su abuela, que se encontraba detenida en la Unidad Penal de Mujeres N° 6 de Paraná, acusada de venta de drogas. Fue allí, entre rejas, que conoció a Nahir Galarza, según le Caudana comentó a su abogado. La relación comenzó a crecer durante las últimas semanas por lo que pidió a la justicia que, además de visitar a su abuela, pudiera ver a Galarza, a quien definió como su “novia”.
El escrito que presentó su abogado el viernes pasado, previo a los alegatos del juicio donde Caudana es acusado de partícipe secundario de la banda y podría recibir una pena de hasta cinco años, generó revuelo y la rápida desmentida de Galarza, que dijo no conocerlo.
¿Quién es Matías Caudana?
“Es un chico muy tímido, no creo que me lo pidiera si no fuera cierto. Estudió tres idiomas. Es de condición muy humilde, pero es una persona que logró crecer a pesar del ambiente de un barrio marginal de Paraná. Es un chico sano y de buenos modales. Yo entiendo que no me está faltando a la verdad. Me dijo que charlaron, no que intimaron”, dijo a Augusto Laferriere, el abogado del joven, ante la consulta de “La Nación”.
Caudana, antes de ser condenado, se presentaba en las redes sociales como cantante y compositor, además de mostrar su fanatismo por River Plate.
Caudana en los dos años y dos meses que lleva detenido realizó dos cursos y comenzó una carrera universitaria, según contó su defensor. Además, tiene buena conducta y hasta podría recuperar la libertad la semana próxima. “Puede ser condenado de 2 a 5 años, considerado partícipe secundario de la banda de narcotráfico. Lleva dos años y dos meses preso. Dos cursos realizados dentro de la unidad. Por cada uno se le computan dos meses, así que llegaría a los 2 años y medio computados, la mitad de la pena máxima”, señaló Laferriere.
Sobre la reacción de Nahir y su defensa ante el pedido de Caudana, el abogado del adolescente dijo: “Nosotros hicimos un pedido unilateral. Pero en el escrito le solicitamos al tribunal que, previo a autorizarlo, se le consulte a Nahir Galarza si está de acuerdo. Yo no la conozco, ni sé cuál es la relación entre ellos. Simplemente cumplí con el pedido de un cliente. Él está en todo su derecho de querer conocerla. Él me dice que llevan varias semanas charlando o más de un mes”.
La desmentida y el enojo de Nahir
Horacio Dargainz, abogado defensor de Nahir Galarza, negó ayer a “La Nación” que la joven tenga una relación con Caudana. Y trasladó el enojo de su defendida, quien hoy recibió a sus padres en el penal.
“Es todo una tremenda mentira. Aprovechando que su figura vende, inventan estas cosas”, dijo el abogado. “Ella me dice que nunca lo vio y no sabe quién es este muchacho”, agregó.
“[El noviazgo] Debe ser un deseo de este detenido, pero está lejos de ser aceptado por Nahir. Ella está enfocada en su futuro, no en tener novio y mucho menos que sea una persona vinculada al narcotráfico”, dijo el letrado.
“Lamentablemente, como estamos a vísperas de la fecha de los sucesos que aún están en proceso de apelación, deben inventar para vender”, se quejó el abogado. En una semana se cumple el primer aniversario del crimen por el que Nahir fue condenada en primera instancia a prisión perpetua el 3 de julio pasado.
Ese día, los jueces Mauricio Deruddi, Arturo Dumón y Alicia Vivian sentenciaron a la joven, de 20 años, por homicidio calificado por la relación de pareja que tenía con la víctima. El tribunal desestimó los agravantes de alevosía y de uso de arma de fuego planteados por la fiscalía y la querella. También que la imputada hubiera sido víctima de violencia de género, como pretendía su defensa. De quedar firme la condena, la joven deberá pasar 35 años en la cárcel.
El crimen ocurrió pasadas las 5.30 de la mañana cuando Galarza y Fernando Pastorizzo se trasladaban en la moto del joven. Según se reconstruyó durante el juicio, cuando llegaron a una calle de tierra, Galarza le efectuó dos disparos a quemarropa con el arma reglamentaria de su padre.
Pastorizzo quedó tendido agonizando y ella se fue caminando a su casa. Dejó el arma en su lugar, le envió un mensaje de texto al joven moribundo y se acostó a dormir. Durante las primeras horas negó estar presente al momento del crimen y, por la noche, confesó el episodio, aunque luego se desdijo.
Fuente: “La nación” de Argentina, GDA