Tanhuato. Charcos de sangre y casquillos desperdigados son el rastro que dejó el sangriento enfrentamiento entre fuerzas federales y hombres armados en un aislado rancho del oeste de México, que acabó con un saldo preliminar de un policía muerto y 42 presuntos delincuentes abatidos.
Aunque el gobierno asegura que este mortífero choque del viernes demostró el buen entrenamiento y equipamiento de las fuerzas federales mexicanas, varios analistas se preguntan por qué el número de bajas fue tan desigual por bando sin que hasta el momento se hayan reportado heridos.
El enfrentamiento, uno de los más mortíferos desde que México le declaró la guerra a los cárteles en el 2006, se desató la mañana del viernes en el rancho El Sol, un aislado predio entre sembradíos de maíz y caña de azúcar en el pueblo de Tanhuato (Michoacán, oeste), fuertemente custodiado este sábado por centenares de policías y militares.
Partes de la cerca metálica del inmueble, que se cree que servía como guarida y casa de seguridad para el pujante y desafiante cártel Jalisco Nueva Generación, quedaron derribados y permiten ver grandes manchas de sangre y a funcionarios peinando la zona.
“Estamos rastreando evidencias, pruebas. Llevamos varios casquillos y un compañero acaba de encontrar un arma”, dijo a la AFP un agente de la fiscalía local desde el lado interior de la cerca metálica.
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EL RECUERDO DE TLATLAYA
El choque estalló en la mañana cuando militares que iban a investigar el rancho en el que sospechaban que se escondían los narcotraficantes fueron recibidos a tiros, explicó el viernes el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, detallando que las balaceras se extendieron por unas tres horas dentro del predio.
Los soldados contaron con el refuerzo de policías federales que llegaron en vehículos terrestres y un helicóptero, a escasas semanas de que Jalisco Nueva Generación perpetrara sonados ataques contra las autoridades en el vecino estado de Jalisco, dejando 28 policías y militares muertos.
“Fue un combate muy desigual. Un combate donde mueren 42 de un lado y sólo uno del otro no es un combate”, dijo a la AFP Raúl Benítez Manaut, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En México está todavía fresco el recuerdo del caso Tlatlaya de hace un año, presentado inicialmente por el Ejército como un enfrentamiento en el que hubo 22 presuntos secuestradores muertos y ninguna baja militar, pero del que se acabó sabiendo que la mayoría de los delincuentes fueron ejecutados tras haberse rendido.
Por ello el sangriento choque del viernes genera interrogantes entre algunos expertos.
“Faltan muchos detalles y todavía hay muchas dudas. El Gobierno tiene que demostrar que eso no es otro Tlatlaya. Después de Tlatlaya, perdieron el beneficio de la duda”, opinó el ex agente de inteligencia mexicano Alejandro Hope.
Sin embargo, para el ex fiscal antidrogas Samuel González todavía es prematuro saber qué pasó en El Sol. Destacando el “alto entrenamiento” de las fuerzas federales y el “factor sorpresa” del operativo, cree que sería necesario conocer “cuál fue el nivel de resistencia” de los narcotraficantes para entender la alta cifra de muertos.
El comisionado Rubido señaló que “no se registraron más bajas o heridos” por el “entrenamiento y equipamiento” de las fuerzas federales e informó de la incautación de 36 armas largas, dos cortas y un lanza granadas durante la operación, así como la detención de tres presuntos delincuentes.
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DESAFIANTE JALISCO NUEVA GENERACIÓN
Pese a las dificultades para acceder al espacio, medios locales publicaron fotografías de los presuntos delincuentes abatidos en el lugar. Muchos de los cuerpos tenían a su lado armas largas, otros estaban descalzos o sin camiseta.
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Reuters
Con Jalisco y Michoacán en el foco de la estrategia de seguridad del gobierno, junto con Guerrero (sur) y Tamaulipas (norte), el enfrentamiento en los límites de estos dos violentos estados se produjo a pocos días de que el cártel de Jalisco -convertido en la nueva amenaza de seguridad para México- llevara a cabo varios ataques contra las autoridades.
Emboscadas y ataques armados de esta organización, dirigida por Nemesio Oseguera, 'El Mencho', han incluido episodios inauditos como el derribo de un helicóptero militar el 1 de mayo, en el que murieron nueve uniformados.
“Parece que hay una orden de destruir el cártel con toda energía antes de que se consolide como lo que pasó con Los Zetas”, estimó Benítez Manaut, en referencia al grupo creado por militares de élite desertores que sembró el terror en México con su violencia extrema durante años.
Con buena parte del gabinete de seguridad desplegado en la zona, el presidente Enrique Peña Nieto alabó el viernes “el compromiso, valor y entrega” de las fuerzas federales y lamentó la muerte del único policía federal caído en el enfrentamiento.
Fuente: AFP