En la imagen aparece una mujer con blusa roja mientras frente a ella se escucha una voz femenina que le exige mostrar el contenido de su bolsa. Cuando la abre aparece un recipiente con un chile en nogada, un platillo tradicional de México.
Entonces, la mujer de la voz acusa a la otra, que aparentemente es trabajadora en su casa, de robar alimentos para su familia. “Se te da de sobra, no se te mide la comida, puedes comer todo lo que nosotros comemos”, reclama.
Se trata de un video que apareció en Facebook aparentemente con la intención de exhibir a la empleada. Pero fue contraproducente.
Los usuarios de internet la bautizaron como “Lady Chiles”, y en pocas horas el tema se convirtió en uno de los más discutidos en Twitter. Miles de cibernautas criticaron el maltrato a la trabajadora del hogar, y les indignó especialmente la leyenda con que fue publicado: “Entre más conozco a la gente, más quiero a mi perro”.
El caso trascendió a las redes sociales pues el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), advirtió que la mujer que hizo público el video deberá ofrecer una disculpa pública a la trabajadora, quien por cierto no ha sido identificada públicamente.
Hasta el momento, la mujer que hizo público el video no ha dado respuesta, sus cuentas en redes sociales fueron cerradas y, según los medios mexicanos, la señora está “incontactable”.
Salarios
Más allá del escándalo, el video muestra las difíciles condiciones de 2,2 millones de mujeres que trabajan en los hogares mexicanos, la mayoría con bajos sueldos, sin servicios médicos y en riesgo de ser despedidas en cualquier momento.
Muchas son víctimas de esclavitud laboral, especialmente mujeres indígenas o centroamericanas, y según organizaciones civiles como el Centro de Apoyo y Capacitación de Empleadas de Hogar (CACEH), el acoso sexual y los maltratos físicos son frecuentes.
La mayoría de estos casos quedan impunes pues las víctimas prefieren guardar silencio para conservar su empleo. Pero cuando se presentan denuncias, especialmente por despido injustificado, los empleadores desconocen la relación laboral pues generalmente no existen documentos que la comprueben.
Muy pocas conocen sus derechos y por lo mismo son víctimas de humillaciones, señala Marcelina Bautista, fundadora del CACEH, con jornadas de trabajo de hasta 12 horas y un sueldo promedio de unos US$11 al día… y eso es en las ciudades, pues en las poblaciones pequeñas el salario es todavía menor.
El problema, añade el Conapred, es que en México la regulación del trabajo en los hogares es escasa, y en la mayoría de los casos los pagos y condiciones laborales dependen de la negociación entre empleados y sus contratantes.
En teoría, estas relaciones se norman con la Ley Federal del Trabajo pero uno de los requisitos es que exista un contrato escrito, lo cual pocas veces ocurre.
De hecho según el gubernamental Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), 96 de cada 100 trabajadores del hogar no tienen un documento que avale su relación laboral.
Recientemente el gobierno federal estableció un programa para inscribir a trabajadoras del hogar en los servicios públicos de salud del país, pero sólo el 2,2% del total han tenido acceso a este servicio, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI.
El riesgo
Lady Chiles se suma a otros escándalos que iniciaron en las redes sociales y que propiciaron alguna sanción de autoridades, como ocurrió con la hija del procurador Federal del Consumidor que promovió la clausura de un restaurante y como castigo su padre fue despedido. El caso se conoció como Lady Profeco.
También existe un video llamado Ladies de Polanco que evidencia a dos mujeres alcoholizadas que golpean a un policía, y antes apareció otro llamado Gentleman de las Lomas, donde un hombre golpea al acomodador de autos del lujoso edificio donde vivía. Este personaje fue acusado de lesionar al empleado y permaneció en prisión varias semanas.
Hasta ahora, en este nuevo escándalo la sanción es moral, pues se limita a la disculpa pública que Adriana Altamirano deberá ofrecer. Pero algunos insisten que el caso debe ir más allá de internet.
Un artículo de la activista María Teresa Priego publicado en el portal La Silla Rota advierte que muchos mexicanos pueden convertirse fácilmente en una Lady Chiles. “Espero que nos detengamos ante esta escena, no solo para rechazarla con todo, sino para cuestionarnos”, escribe.
“Creo que es muy importante que todas/os escuchemos y miremos meticulosamente este video. Me dio dolor, indignación, rabia….luego me dio miedo. Un miedo intenso por ese señor y señora a que todas/os corremos el riesgo de llevar dentro”.