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Estado de Guerrero. Una investigación del medio francés FRANCE 24 habría descubierto un crimen similar al ocurrido en Iguala, pero que involucraría a jóvenes escolares. Según testimonios de una pobladora de Cocula, en el estado de Guerrero, al menos 30 menores habrían sido secuestrados el 17 de julio de este año.
La pobladora, identificada como Rosana o “Rosa”, asegura ser la madre de una de las menores secuestradas en julio. Según declaraciones brindadas al medio francés. La mujer -de entre 50 o 60 años- habría presenciado el momento en que un grupo de hombres secuestró a los menores en la puerta del colegio Justo Sierra, en Cocula, durante el último día de clases.
Rosa, quien en ese momento se encontraba en el mercado central de la ciudad a pocas cuadras de la institución, vio descender a un grupo de hombres de camionetas similares a las policiales, con pasamontañas y vistiendo uniformes azul marino.
“Se llevaron a los chamacos (niños) en carros tipo policias”, señala la mujer antes de agregar que esos mismos hombres amenazaban a la docena de testigos que estaban junto a ellas apuntándoles con sus armas.
La intimidación no se detuvo ahí. Rosa asegura que recibía llamadas anónimas casi a diario en las que la amenazaban para que no denuncie el hecho, al igual que a los otros testigos. Otros pobladores, que pidieron no ser identificados, hablaron con FRANCE 24 y señalaron que el grupo de niños variaba entre 29 y 31 menores .
Sin embargo, la angustía de Rosa se extiende hasta estos días pues aún no sabe nada sobre el paradero de su hija. Un temor que la obligó a abandonar Cocula junto a su familia.
La mujer asegura que tomó la decisión de aparecer en público luego del secuestro que sufrió su esposo. “No sé por qué (lo hicieron) pero lo soltaron luego de unas horas. Le habian cortado un dedo y tuvimos que ir a la clinica”, narró la mujer.
El caso se da a conocer en medio de la crisis más grande del gobierno de Enrique Peña Nieto tras la desaparición de 43 estudiantes en Iguala. Una serie de sucesos y personajes que también han remecido las bases del partido izquierdista mexicano (PRD) obligando a su líder histórico, Cuauhtémoc Cárdenas, a renunciar.
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